"Sensación de ahogo" y un "sinsentido"

El capitán del Ademar, Carrillo, apunta que al jugar con la mascarilla "notabas que te faltaba el aliento para recuperar" y la doctora, Belén, lo ve como "dar palos de ciego y sin utilidad"

Jesús Coca Aguilera
13/10/2020
 Actualizado a 13/10/2020
Carrillo, con la mascarilla ya bajada hasta la barbilla, intenta cortar un pase del Sinfín. | SAÚL ARÉN
Carrillo, con la mascarilla ya bajada hasta la barbilla, intenta cortar un pase del Sinfín. | SAÚL ARÉN
Fue una de las imágenes del balonmano mundial y de todo el deporte español durante el pasado fin de semana. Por primera vez en un partido de élite, Abanca Ademar y Sinfín se vieron obligados a jugar con mascarilla debido a la nueva normativa de la Junta y a la no intercesión de la Federación Española de Balonmano, al contrario que la de Baloncesto que sí intervino para que el Avenida de la máxima categoría femenina no tuviera que usarla.

Una circunstancia que sorprendió y que provocó críticas tanto desde el club, cuyo presidente Cayetano Franco ya anunció tras el choque que intentaría que no les obligaran de nuevo a usarla en el ahora suspendido choque ante el Cangas, como desde la plantilla y su cuerpo médico.

Y es que la doctora ademarista, Belén Gutiérrez, considera que «es una bobada porque en cuanto sudas y con la actividad la mayoría se baja y luego casi todos la tenían en la barbilla la mayoría del tiempo, así que no importa a nivel de salud».

Belén: «Fue más el efecto psicológico, es imposible mantenerlas bien colocadas con esa intensidad de juego» «Si la mantienes en su sitio el rendimiento hubiera disminuido, no lo hizo porque es imposible mantenerlas bien colocadas con una intensidad de juego como esta», añade Belén, que cree que dada esa circunstancia los efectos reales en los jugadores «fueron más el efecto psicológico que otra cosa».

No obstante, más allá de si se pueden o no tener colocadas, la doctora ademarista hace hincapié en «el sinsentido» de la medida, pues considera que se va haciendo «por ensayo y error, unos dicen una cosa y otros la contraria, y vamos dando palos de ciego todo el tiempo»; y resalta el hecho de que «en deportes en los que no se hace ninguna prueba puedo entenderlo hasta cierto punto, pero nosotros estamos haciendo todas las semanas test para que cuando haya un positivo no se juegue, que a la vista están los aplazamientos».

Belén: «Podría llegar a entenderlo en deportes sin ninguna prueba, aquí todas las semanas se hacen test» ¿Sobre los instantes previos al partido donde se confirmó que debía usarse? Belén explica que «había muchas dudas, pero una vez que leímos el comunicado de la Junta con el presidente de la mesa, quedaba claro que con él sólo estaban exentos Primera y Segunda de fútbol, y ACB de baloncesto, por debajo todos debíamos acatarla ya que somos claramente profesionales pero no nos consideran como tal. En baloncesto femenino no se usó porque la Federación fue capaz de presionar lo suficiente para no aplicarla».

«A ver, si la llevaran todo el rato podría darles una lipotimia, pero sobre todo es raro e incómodo. En cualquier caso es que era imposible, lo único que podíamos hacer era si la tenían muy empapada, que pierde su función, darles una nueva. No va a estar el árbitro o el médico cada dos segundos diciéndoles que se las suban», añadía la doctora.

Carrillo: «Con saltos, sprints y cambios de dirección se te bajaba. Otras veces lo hacías tú al necesitar oxigenación» No lo entienden en los servicios médicos y, por supuesto, tampoco en la plantilla, cuyo primer capitán José Mario Carrillo apunta que «está bien que legislen, pero deben estudiar ciertos casos, como el deporte que en verdad es profesional como el nuestro y que pasamos test para que no tengamos que jugar con ella. Y cuando encima a posteriori te enteras de lo del Avenida, que la Federación sí intervino para que no las usase... digo yo que será igual de contagioso el virus aquí que en Salamanca».

«Notas que te falta un poco de aliento para recuperar y sensación de ahogo», señalaba sobre las consecuencias que notaban en el vestuario, destacando que «con los saltos, sprints o cambios de dirección se te quitaba» y que además había otras veces «tras un esfuerzo grande que la bajabas tú porque necesitabas oxigenación».

«En mi caso no me noté mareado como comentó algún compañero pero también porque este sábado jugué menos minutos, sí que había otros que podían encontrarse más ahogados, no es que nadie se desvaneciera vaya, pero porque te la bajabas, es que por lo que lees y te dicen si la tuvieras todo el rato bien podría ser incluso contraproducente a este nivel», añade Carrillo.

Carrillo: «Nos enteramos el mismo día en el pabellón, ni pudimos entrenar para intentar adaptarte algo» De hecho, el capitán ademarista explica cómo los jugadores del Ademar y del Sinfín «nos enteramos el mismo día del partido y nos lo confirman estando ya en el propio pabellón, que nos tiene que ir a buscar mascarillas la directiva para después del calentamiento, así que ni habíamos entrenado con ella ni nada para intentar adaptarte un poco».

Así, reconoce que «ni el delegado de mesa ni los árbitros insistieron durante el partido a nadie en que se la subiera, lo entendían», y apunta que en los entrenamientos de esta semana, que comenzaron este lunes «nadie nos ha dicho nada y no la estamos usando, pero es que al final pasamos los test, estamos juntos ahí y en el vestuario...».

Una polémica medida que no debería afectar en Europa y que hay margen para que pueda ser cambiada de nuevo antes de que el 31 de octubre llegue el próximo partido del Ademar en liga como local.
Archivado en
Lo más leído