Senderismo en el verano

A lo largo de las cuatro estaciones salir a pasear por los diferentes lugares de la provincia leonesa es una tarea muy interesante, pero cada época tiene sus pros y sus contras y en cada momento se deben atender tanto a los aspectos que van a ser positivos como a los que pueden resultar problemáticos

Vicente García
22/07/2022
 Actualizado a 22/07/2022
Subiendo desde la Uña por los Campos de María con Peña Ten al fondo. | VICENTE GARCÍA
Subiendo desde la Uña por los Campos de María con Peña Ten al fondo. | VICENTE GARCÍA
El invierno tiene sus claras complicaciones con el hielo y los elementos adversos como las nevadas, ventiscas y derivados como aludes y demás, aparte de que los días son cortos y la noche llega pronto, creando mayores problemas si los caminantes se retrasan alargando la ruta.

La primavera con su renacer de todos los seres vivos es bonita y agradable, pero el deshielo puede complicarlo todo en el cruce de arroyos y lugares encharcados, todas las épocas tienen sus problemas.

Los sucesivos confinamientos y cierres perimetrales de los distintos lugares han propiciado que las personas valoren mucho más conocer y caminar por nuevos senderos para ellos desconocidos.En verano todo es diferente porque hace buen tiempo generalmente y las horas de luz aumentan, por lo que se pueden realizar largas caminatas sin problemas de que caiga la noche. Todo es más luminoso y los caminos no suelen estar enfangados sino polvorientos, la visión, en general, suele ser más amplia con horizontes casi sin límite.Pero todo tiene un problema, o mejor varios. La amplitud de horas de insolación puede provocar que se tienda a realizar rutas más largas y sobre todo el calor, que este año está siendo sofocante y si no se atiende a una preparación previa concienzuda se van a encontrar numerosos inconvenientes.El sudor y la eliminación de líquidos producen la necesidad continua de rehidratarse, por lo que llevar agua es básico y necesario. El fuerte sol de las horas del mediodía tampoco es bueno para caminar y la unión de esos elementos: sol, esfuerzo excesivo y falta de agua, puede provocar golpes de calor.En verano la preparación de las rutas debe ser mucho más exhaustiva, teniendo en cuenta los lugares por donde se ha de circular, las horas y sobre todo el acopio de líquidos.También es necesario preparar bien los recorridos, siguiendo tracks seguros y buscando mapas fiables. El GPS es un apoyo inmejorable, pero tiene sus lagunas y es necesario saber interpretarlo, además del problema añadido en la montaña de la falta de cobertura en muchos lugares.Se debe hacer caso a las previsiones meteorológicas y sobre todo evitar las tormentas con aparato eléctrico debido a su peligrosidad. Otro aspecto a cuidar mucho es la niebla sobre todo en las zonas altas de montaña como los Picos de Europa y el norte de la Cordillera Cantábrica, pues en un momento puede bajar esa niebla y se andará a ciegas si no se tiene claro el camino a seguir.El verano es además una época del año en la que se concentran festividades y romerías con la costumbre de caminar hacia un punto para juntarse las personas de una comarca o una zona concreta. La unión de asturianos y leoneses en Ventaniella o Arcenorio atrae a muchos senderistas que caminan kilómetros para llegar a una ermita perdida entre las montañas. Eso sucede en muchos otros lugares con ermitas escondidas lejos de las poblaciones. Valdorria, Riosol, Boinas, el Roblo, la Gotera, el Pando de Prioro, la Velilla, Barrio de la Tercia… son diferentes ejemplos de ello.En la preparación de las rutas además de tener claro el recorrido, la existencia de caminos y senderos, se debe prestar atención a su situación actual, sobre todo si se camina entre matorral, porque los caminos pueden variar mucho con el tiempo y hacerse impracticables, por ello buena idea será también consultar con personas de las localidades de inicio o paso, conocer si existen fuentes o no y todos aquellos datos que puedan resultar de interés. Otro problema pueden ser los incendios que con la acumulación de material pueden producirse en muchos lugares y se debe estar atento.

Todo ello para evitar recurrir a los servicios de rescate, que estos tiempos van teniendo bastante trabajo unas veces debido a accidentes, pero otras debidas a la irresponsabilidad de quienes no cumplen con las más básicas normas de la previsión. Se debe intentar que solamente en casos extremos se utilicen estos servicios, no a la ligera y que antes de llegar a ello se hayan realizado las previsiones que consigan un senderismo seguro y eficaz en todos las momentos del año.

Es una época en la que se agradecen rutas en sombra por bosques y caminando hacia las muchas cascadas que hay en la provincia repartidas por toda su geografía. Las cascadas del río Faro en Valdelugueros, la cascada Foces en Boñar, el Pimpanón en Laciana, la de Cantejeira, el rumor escondido entre la Maluenga y Foncebadón, los Forfogones, los cañones del Górgora, son algunos de los lugares donde refrescarse en los duros y calurosos días del verano, yendo a la sombre y cerca del agua.

Sin embargo, se debe tener cuidado con los ríos que suelen ser muy traicioneros. En las partes altas de las montañas el aire corre y es muy refrescante, aunque con demasiado calor no hay ni aire.

En conclusión, el verano es época apropiada para realizar recorridos tomando las necesarias precauciones y preparando las rutas previamente, escogiendo lugares en los que el sol y el calor no hagan peligrar un día de disfrute convirtiéndolo en una aventura desagradable.
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