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Sementales Monte la Reina

18/11/2021
 Actualizado a 18/11/2021
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El cuartel de Monte la Reina no es una urbanización de chalets con piscina. Los políticos llevan semanas vendiendo el proyecto militar de Toro como una de esas promociones exclusivas que ponen vallas gigantes en los arcenes para presumir de metros cuadrados y zonas comunes. El PSOE insiste en que la inversión recogida en los presupuestos generales supondrá hacer más por la despoblación que treinta años de ejecutivos autonómicos del PP. De proponer repoblar con inmigrantes hemos pasado a la repoblación con militares recios y entregados a la patria. Las cifras de inversión, de dinamización económica y de mantenimiento de servicios que supone un regimiento de Artillería y un batallón de Zapadores son tozudas e incontestables. Pero les suele suceder a los políticos igual que a los periodistas y la realidad acaba estropeando los mejores titulares.

La Asociación Unificada de Militares Españoles exige incentivos para los efectivos que vayan a Monte la Reina al suponer una decisión al margen del interés estratégico del Ejército. Dicen que la repoblación del territorio no está entre sus misiones y que si el Ministerio de Defensa realiza traslados forzosos acudirán a los tribunales. Y debe ser porque algunos de nuestros políticos no dejan de referirse a ellos casi como sementales y hembras de cría. Es cierto que son atléticos y bravíos, que suben a muchos la lívido cuando visten de uniforme, pero aunque militares digo yo que también guardan un corazoncito y aquello de ‘Todo por la Patria’ tendrá sus límites. La trastienda de Monte la Reina empieza a parecerse demasiado a las negociaciones con Renault o Michelin que se quedan en la España interior por las ayudas y no por convicción. Esa es la descentralización pendiente. No resulta un incentivo la vida lenta, ni los horizontes de viñedos o el cimborrio románico de la colegiata. Mientras el mundo rural se sienta como castigo y exilio tendrá el futuro que aguante la billetera.
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