Semanas apasionantes en Bolsa

Difícil encontrar semanas más interesantes y llenas de contenido como las que estamos viviendo en las Bolsas y en los mercados financieros en general. Han confirmado algunas reflexiones y dejan abiertas otras cuestiones de fondo.

Los datos publicados han servido, en primer lugar, para constatar que estamos en una economía diferente, con una velocidad de ajuste asombrosamente rápida y en la que conviven, de forma simultánea, una elevada inflación y una desaceleración del crecimiento. A la desaceleración de la economía china se uniría la de la economía norteamericana cuyo PIB fue negativo en el primer trimestre y la de la europea, que tuvo una subida casi simbólica hasta marzo. El temido escenario de estanflación no es por tanto descartable: crecimiento bajo o más bien negativo acompañado de inflación.

Una segunda reflexión es la constatación del pinchazo de la burbuja del mundo «cripto» que ha tenido su momento emblemático en el desplome del 99 % de la criptomoneda Terra/Luna, una moneda que se presentaba como estable pero que no tenía un soporte directo en un depósito en dólares sino en complejos algoritmos que, aparentemente, vinculaban su valor al dólar.

La tercera reflexión es que continúa la debilidad bursátil de las grandes compañías tecnológicas. Nos referimos a Apple, Microsoft, Amazon, Google, Facebook, Netflix o Tesla, compañías que parecían hasta hace poco destinadas a comerse el mundo y que ahora sufren retrocesos día tras día: el Nasdaq desde noviembre está de capa caída con algunos días de importantes pérdidas.

El común denominador de estas situaciones, lo que está en la raíz de la inflación, de la desaceleración, del pinchazo del mundo cripto y de la corrección bursátil de las grandes tecnológicas es el dinero barato. Una década y media larga de «easy money» ha dejado burbujas y desajustes que ahora toca corregir.