Foto Turrado Crónica (nueva)

Secretario para el PP

24/01/2020
 Actualizado a 24/01/2020
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No pasa nada porque el PP no tenga secretario y no pasa nada porque no tenga gerente. Los partidos políticos, salvo en periodos electorales, funcionan con una estructura mínima y con un presupuesto irrisorio, y las visitas de militantes a las sedes son más o menos anecdóticas. Los partidos políticos sufren letargos de cuatro años y como mucho se desperezan cuando tocan elecciones internas y hay un cierto revuelo en la confección de las listas electorales. Cierto que al estar sometidos a distintos procesos electorales los tiempos de tranquilidad son pocos, pero en esta ocasión, al coincidir en el año 2019 todos los comicios, quedan por delante cuatro años sin deberes a la vista. Pero dicho esto, en las pasadas elecciones el PP fue un partido perdedor sin paliativos, y no veo yo que haya una cabeza pensante trabajando con la antelación suficiente como para dar la vuelta a los resultados y volver a gobernar en la mayoría de los ayuntamientos y en otras instituciones. Y pienso yo que ese debería de ser el papel del secretario del Partido Popular, engrasar la maquinaria electoral para llevar ilusión donde hoy no la hay, y sobre todo para llevar candidatos solventes a unos ayuntamientos en los cuales, en una gran mayoría, necesitarán savia nueva para sacar unos resultados medianamente satisfactorios. Porque, dentro de cuatro años, en el PP habrá alcaldes y concejales con edad o tiempo suficiente en la política como para pensar en dejarlo, y habrá cargos electos quemados en la oposición sin gana de repetir ni de animar y ayudar a otros a coger el relevo. Sobre el secretario, creo que la vez anterior habían acertado, pero para alegría de la oposición la cosa se complicó y terminó como terminó. A partir de aquí no tengo ni idea de por dónde van las preferencias, pero no es fácil encontrar a alguien que no venga de figurón y que se crea el papel de luchar por unas ideas y para que un partido político obtenga los mejores réditos electorales. Vendrá, seguramente, pensando que el secretario de un partido tiene asegurados buenos puestos en las listas.
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