Se necesita virgen, niño, paloma y mirra

Que no me vengan con cuentos ahora de que no hay trabajo. Trabajo hay, otra cosa es que haya sueldo. Que ya lo decía Belar el de Veneros cuando en la verbena de San Bartolo venían a pedirle dinero unos rapaces que tenía trabajando en una cuadrilla.

- ¿Nos puedes pagar algo?

- Puedo, pero no os conviene. No es bueno que de tan jóvenes os hagáis al dinero, mira cómo acabó Marbella, tenéis que haceros al trabajo y, como dice don Santos en la misa, lo demás vendrá por añadidura. Venga, a bailar, que estáis en edad de divertiros.

Y os digo que tiene razón. Cuando un jefe anterior nuestro nos tuvo casi un año sin cobrar no os podéis ni imaginar cómo ganamos en espiritualidad, en riqueza interior. Probad, probad, malditos.

Vuelvo al suco que me estoy volviendo de la patronal. Que lo soy, pues el Grupo de Filósofos de lo Rural sin Obra Publicada y las Filósofas con Bata Guateada para salir al Panadero me han habilitado para que busque trabajadores para el Belén Viviente que vamos a instalar en la fuente del atrio.

A saber, con el turbión de la despoblación resulta que tendremos que importar mano de obra de más allá del casco urbano –trénicamente el alfoz– y publicamos en este espacio una oferta de empleo que para sí quisiera el Inem. A saber, nos hace falta: La Virgen, incluso la paloma que le dice a Pepe (con el tiempo San José) que no se preocupe por la barriga de María que son gases; necesitamos niño, que el que teníamos de estos años le han llamado a la mili y está destinado en Kosovo, y no tiene coche de linea para volver; para los reyes magos necesitamos que nos traigan la mirra, que no sabemos qué es, al verlo escrito nos despistó pues siempre creímos que era birra y decíamos «mira qué enrollados con el niños Jesús, lo enseñan desde pequeño»; pastores nos vendrían bien otros dos o tres porque cuando la estrella pone el GPS sólo la sigue uno y parecemos tontos, pero es que no tenemos más. En fin, que tenemos un carpintero para que haga de Pepe y los ríos.

Ya vino alguno que se enteró fuera aparte y lo primero que preguntó fue el sueldo. No me joder, no me joder, que esto es mucho más serio que el puto dinero.