"Se ha fiado la economía a los elementos externos a España"

Entrevista a Unai Sordo, secretario general de Comisiones Obreras

D.L. Mirantes
13/05/2018
 Actualizado a 13/09/2019
Unai Sordo durante su visita a León. | MAURICIO PEÑA
Unai Sordo durante su visita a León. | MAURICIO PEÑA
El secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), Unai Sordo, participó el pasado viernes en la asamblea que celebraron delegados y afiliados para definir la estrategia de movilizaciones para los próximos meses. Redistribuir la riqueza a través de los salarios y la mejora de la calidad del empleo es el mantra para la acción sindical. A la patronal y al Gobierno un aviso: «los vientos de cola algún día dejarán de soplar».

–¿Qué le han transmitido los delegados y afiliados de León?
–Se puede resumir en que es muy difícil con la actual legislación laboral conseguir buenas negociaciones colectivas y buenos salarios. La gente plantea la preocupación de un empleo cada vez más precario y de las dificultades que tienen para poder recuperar derechos que se han perdido.

–¿Cree que con movilizaciones se pueden recuperar algo de sectores irrecuperables?
–Se han abandonado las políticas industriales. Cuando algunos sectores maduros o que han entrado en crisis por circunstancias varias desaparecen no hay una alternativa industrial. Las Administraciones Públicas no han tenido la habilidad y la voluntad política de desarrollar inversiones alternativas. León necesita desarrollo industrial que requiere de políticas que faciliten la instalación de industria, de formación permanente para atender las necesidades de la empresa y mayor actividad de los poderes públicos. Las políticas de carácter estratégico se tienen que gestionar desde el poder público.

–¿Y en el corto plazo?
–Hay una política de desarrollo de tejido productivo en España que tiene que cambiar de forma importante o vamos a volver a entrar en dinámicas de antes de la crisis, pero hay medidas que se pueden tomar desde hoy. Si los salarios y la calidad del empleo se recuperaran se redistribuiría mejor la riqueza, y esto generaría más actividad económica. En territorios como León es fundamental que la actividad económica se relance vía salarios.

–¿Falta imaginación?
–Hacen falta políticas de cohesión territorial más inclusivas. Se ha fiado todo a factores externos a la economía española. A factores como que las grandes empresas multinacionales que tienen matriz en el centro de Europa deriven filiales a España, que pierde peso en cómo se distribuye ese trabajo. La economía se ha fiado a otros elementos externos como los precios de las materias primas y del petróleo o las políticas monetarias. Pero los vientos de cola no van a durar siempre.

–¿Cuál es la alternativa?
–Es necesario encontrar un motor económico propio a través de la distribución de a riqueza y la consolidación de la demanda interna. Las grandes empresas han declarado 36.000 millones de euros en beneficios en 2018, 17.000 millones de dividendos, mientras que los salarios siguen devaluados en un 7%.

–¿Se dan las condiciones para exigir mayores salarios?
–La patronal está muy cómodamente instalada en las ventajas que le ha dado el Gobierno a través de las reformas laboral y fiscal. Le han regalado 5.000 millones a través del impuesto de sociedades. Para que salgan de esa zona de comfort creemos que toca movilizarse y recuperar la negociación colectiva.

–A este respecto ¿cumplió sus expectativas el 1 de mayo?
–Yo tengo una impresión positiva y creo que hacía bastante años que no había tanta participación. Hay provincias pequeñas, que no están tan en los focos como los grandes centros, en las que se ha multiplicado por cuatro la participación, como en Guadalajara. Yo creo que hay tensión en la calle, se ha demostrado el 8 de marzo, se ha demostrado en las pensiones... Se está demostrando que la movilización, cuando se corresponde con algo que entiende mayoritariamente la población, sirve. Ha modificado las posiciones del Gobierno en materia de pensiones y ahora se trata de mantener una movilización sostenida para pedir la reivindicación de los sueldos y la mejora de la calidad del empleo.

–Aquí el 1 de mayo se mencionó la huelga general.
–Hay que tener claro que la huelga general no es el objetivo en sí. Las manifestaciones son una herramienta e irán in crescendo en función de la respuesta que vaya dando la calle y en función de la actitud del Gobierno y de las organizaciones empresariales. No descartamos que la movilización acabe en una huelga general, pero no es el objetivo. El objetivo es cambiar la orientación de las políticas y que se reparta el crecimiento económico.

–¿Más regulación?
–Se ha aprovechado la crisis para hacer reformas que utilizaron la crisis como una coartada pero parte de un concepto ideológico que es desregular el mercado de trabajo para que sea un mercado más, sin derechos consolidados y creo que eso es lo que hay que revertir. Este crecimiento sin reparto no ocurre porque sí. Es la consecuencia de las reformas.

–¿Está en crisis el sindicalismo?
–Nosotros somos consciente de que la crisis no ha sido solo económica, también ha sido política y social. Ha habido un debilitamiento de los sistemas de mediación democráticos y también nos ha afectado. Somos conscientes, hemos hecho un proceso de reorganización para poner los recursos del sindicato donde están los problemas de la gente, en los centros de trabajo. Hemos reducido los órganos de dirección para poner más esfuerzo en los centros de trabajo porque la precariedad laboral se da más intensamente en los sectores más desindicalizados y en servicios subcontratados, empresas de servicios… Y ahí es donde el sindicato tiene que estar, porque ahí es mucho más difícil la acción sindical. Ese es el camino de Comisiones Obreras y está dando frutos. Ha habido incrementos de afiliación y eso son señales de que la gente se va moviendo.
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