Si este rincón de salida de las noticias del día tuviera vocación de dejarte ideas con las que puedas ir entreteniendo tus caminos de ida, los de regreso o los paseos hacia ninguna parte; si así fuera, la imagen de hoy es un regalo. Abre todos los caminos y no cierra ninguno.
La única forma de acotar los caminos de la imaginación es la realidad. Pero no te voy a matar el juego desvelando lo que realmente es, tan solo dos posibilidades:Muchas veces la realidad simple mata los sueños de la imaginación que vuela, pero otras veces la realidad supera con creces la propia ficción. Cuenta el novelista Julio Llamazares que en las presentaciones de ‘Luna de lobos’ siempre le echaban en cara que se le había ido la pluma en dos pasajes concretos;historias que narraban, precisamente, los dos que eran la descripción de hechos reales, tal cual.
Puede ser que –como tantas veces, como en tantas bodas o noches largas– alguien en su regreso a casa se cansara del dolor de sus pies doloridos en unos zapatos opresores y los dejara tirados para seguir caminando descalza pero libre.
Pero no se te escapa que en todas las series de misterio, desapariciones o, incluso, asesinos en serie en la escena del crimen siempre aparece un zapato abandonado que en manos de ‘la científica’ es un verdadero libro abierto, encierra más datos que 800 páginas de especulaciones.
Y mil posibilidades más que tú imaginas.
Coge el camino que quieras ya que cuentas con un zapato para transitarlo; el otro lo pones tú.
No se si te habrá pasado lo mismo que a mí, pero me he descubierto mirando a los pies de todas las mujeres que hay en el bar a ver si les falta un zapato.
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