Se apagó 'el faro' de Gradefes, Carlos Tejerina

Carlos era un personaje imprescindible en la vida social y, sobre todo, cultural de Gradefes

Fulgencio Fernández
02/01/2022
 Actualizado a 02/01/2022
Composición fotográfica realizada por sus compañeros del coro Escarcha, con el que Tejerina cantó varios años.
Composición fotográfica realizada por sus compañeros del coro Escarcha, con el que Tejerina cantó varios años.
Primero en el bar, después en la conversación, siempre en la cercanía... Carlos Tejerina era —pues acaba de fallecer— un personaje imprescindible en la vida social y, sobre todo, cultural de Gradefes, su pueblo, su orgullo, del que era el eterno cicerone.

Extrañaba, se echaba de menos, que no volvieran por Navidad sus dioramas, tanto trabajo por el orgullo de su tierra; sus fotografías, los ensayos con el coro Escarcha de Quintana de Rueda, en el que había encontrado otra salida, otra afición que canalizaba con este grupo al que fue fiel hasta el último ensayo, mientras fue posible. Una afición que, además, entroncaba con otra más antigua, la pasión por la música sudamericana, de la que tenía una de las mejores colecciones que he conocido, muchas de ellas en cintas de cassete, que eran tesoros para él y escuchaba remarcando la belleza de las letras, el significado. Nunca faltaba Tejerina a la cita anual con Rafael Amor en el Hula Hula, con su viejo radiocasette que colocaba al lado del escenario para grabar el concierto y escuchar tanto las canciones como las bromas que el cantautor le gastaba.

Tejerina era el faro al que íbamos a parar todos, para preguntar por Madreñinas o cómo entrar al monasterio, para buscar alguna fotografía o escuchar su sosegada conversación, sus penas por el ambiente crispado —«jolín, que no hay más vidas»— o sus achaques de salud, que llevaban unos años metiéndole miedo sin ninguna justificación...

Hasta que apagaron su luz, su faro.
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