02/06/2018
 Actualizado a 07/09/2019
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Como el título de la célebre rumba de María Jiménez, ya podemos afirmarlo alto y claro: la Era Rajoy ha terminado. Se acabó.

Don Mariano hablaba de casos aislados como si fueran las nubes dispersas de un meteorólogo, pero eran 77 casos, cerca de 122.000 millones de euros malversados, el 86% de la corrupción política en España le correspondía al PP según el estudio de Iñaki Berazaluce. Eso no son chubascos, es un tormentón.

Corrupción sistemática, dijo el juez. Poca verosimilitud en sus palabras, añadió. Al juez, el Sr. Rajoy no le pareció un testigo de fiar. Así no podíamos seguir, esto estaba cantado. Y cabían dos soluciones posibles, idealmente probables, que D. Mariano dimitiera y hubiera convocado elecciones, o una moción a tres bandas, consensuada por PSOE, Cs y Podemos, pactada con el mismo fin, sacar las urnas a pasear. Dejar que decida el pueblo debería ser el objetivo de una democracia cuando la cosa se pone tan fea. Ninguna de las dos ha podido ser. A Mariano ‘el impasible’ se le ha vetado la capacidad de reacción, pues Sánchez, ‘el temerario’, ha saltado al ruedo ibérico con la agilidad propia de ‘Lagartijillo’ en La Maestranza. Final de infarto.

¿Deberíamos estar felices porque la corrupción se va, como el caimán? Lo que estamos es atónitos de que semejantes alianzas hayan respaldado una moción surrealista que ha llevado a un ‘avispao’ Sánchez a La Moncloa en menos de una semana. Y dice que no hay condiciones, que los apoyos son gratuitos. ¡Ja! ¿Desde cuando han sido generosos los nacionalistas?

Da mucho miedo este gobierno ‘Frankenstein’ que se avecina. Y no se crean que nace con carácter eventual, ya dijo hoy Iglesias que pensaban gobernar hasta 2020, que España les necesita. Como si existiesen salvadores.

Nuestros políticos no tienen ningún sentido de Estado, son simples sabuesos de colmillo afilado capaces de gobernar con presupuestos que han votado en contra, pactar con partidos tan corruptos como el PP (véanse los casos del PdeCat en Cataluña), pero parece que hay corruptos malos y corruptos buenos. Y a Bildu, PNV y Esquerra, barra libre, lo que pidan. Si no, no se explica este cambio de rumbo: del 155 a ‘Vacaciones en el mar’. No, Sr. Sánchez, no creo en sus alianzas gratuitas, en su sospechoso buenismo, recuerde que el poder se gana en las urnas. No nos vendan más motos y no vendan España. Basta ya de jugar con la unidad territorial, basta ya de desigualdades y privilegios. Basta ya de despoblación y olvido. España somos todos. Qué razón tenía Otto von Bismarck, cómo nos gusta autodestruirnos.
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