Lo explican así el alcalde de Sariegos, Juan Llamazares, y el concejal de Urbanismo, Carlos Blanco, que aseguran que durante los últimos años se han hecho diferentes obras que no han terminado con los problemas de humedades que periódicamente surgen desde hace 20 años, cuando se construyeron estas piscinas situadas en la localidad de Carbajal de la Legua.
Un vistazo al estado de las piscinas antes de las obras confirma el deterioro que se había producido, y que en parte no se podía frenar si no se cambian algunos materiales. Por ejemplo, las puertas de los vestuarios, todas de madera, que ante la gran cantidad de humedad que se genera en todo el complejo, es fácil que se estropeen aunque se cambien con asiduidad.
«Tampoco están adaptadas para personas con discapacidad, así que con la obra se va a aprovechar para hacerlo», agrega Llamazares, que enumera otros problemas que se han detectado en los últimos meses en las piscinas:barandillas oxidadas, yeso desprendido, el cable de tierra junto al vaso, las cristaleras no cierran en condiciones, incomodidad para entrar a los motores del jacuzzi, azulejos de la piscina en mal estado... Son muchas por tanto las intervenciones planteadas en esta reforma integral de las instalaciones, en las que se están ya trabajando para que en junio se pueda volver a abrir.
Así, se están ya derribando todos los vestuarios y servicios del complejo para construir unos nuevos, así como una recepción adaptada a las necesidades de las piscinas de Sariegos, donde a partir de ahora estará separada perfectamente la entrada y los cambiadores y duchas entre hombres y mujeres.
Se cambiará además de lugar el jacuzzi, así como su sala de máquinas, que se colocará más apartada, y se construirá más adelante una zona de bienestar más específica con la sauna.
Esta obra global de arreglo también implica que se coloque un nuevo sistema de megafonía para todo el recinto, además de un aspecto importante, como es la instalación ocho paneles solares para el agua caliente y otras 52 para climatizar la piscina. Y es que al estar cerrada sirve para todo el año, ya que en verano se suelen abrir las cristaleras hacia la zona del jardín y el vaso pequeño para niños.
Vaso exterior
Pero la gran obra que el Ayuntamiento quiere ejecutar en el complejo es la construcción de una nueva piscina en el exterior, que sea específica para el verano, y que estará construida en un terreno anexo que ya se ha adquirido. Esto supone una inversión de 250.000 euros a mayores y se prevé que se puedan empezar los trabajos en el mes de otoño, una vez que se cuente con todos los permisos de la Confederación Hidrográfica del Duero, ya que todo el complejo es muy cercano al río Bernesga.
El objetivo es «hacer una zona de esparcimiento, que pueda atraer tanto a los vecinos del municipio de Sariegos como a los de León», apunta el alcalde. De hecho, ya se plantean nuevos proyectos a largo plazo, como la ampliación del kiosko que hay en el complejo para convertirlo en una cafetería y ofrecerse así unos servicios integrales para que las familias puedan acudir todo el día a la piscina municipal, aunque estas iniciativas complementarias se plantean para hacer en diferentes fases.