Santos: "En esta autonomía unos viven muy bien, pero la mayoría manda un SOS desesperado"

Bajo la premisa de que León este jueves no tiene nada que celebrar, el secretario general de la UPL, Luis Mariano Santos, analiza la situación de la provincia en plena crisis sanitaria por el coronavirus.

– Este 23 de abril es muy diferente por la pandemia y el confinamiento social. ¿Cómo está viviendo esta situación?
– El día en sí es como el lunes, el martes u otro de los días de este confinamiento, todo el mundo sabe que esta fecha no significa nada para los leoneses. Eso sí, la situación actual es difícil y todo el país está asumiendo una realidad nada normal en la que todos los ciudadanos, con pequeñas excepciones, están dando un ejemplo de responsabilidad.

– ¿Cómo valora la gestión de la crisis por parte de la Junta y el Gobierno?
– Las valoraciones habrá que hacerlas cuando superemos esta alerta sanitaria. Es evidente que no se ha sabido responder a una crisis tan brutal, nadie sabía a qué se enfrentaba y no se ha estado a la altura para proveer a nuestros sanitarios de unos medios mínimos de protección. Tampoco para afrontar el riesgo con nuestros mayores y eso creo que será algo que tendremos que revisar cuando esto acabe. Ha habido muchas disfunciones y un exceso de letalidad en determinados territorios, pero también hay que reconocer que tanto a nivel autonómico como nacional no era una situación fácil y el desconocimiento de una situación similar jugó a favor de la enfermedad.

– Dice que León no tiene nada que celebrar el 23 de abril. Imagino que este año aún menos con esta situación…
– Para nosotros es un día cualquiera, solo vale para sacar a gente del ropero político como ‘Demetrio el Breve’, gente que no ha aportado absolutamente nada y que además son directamente responsables del declive económico de León, Zamora y Salamanca. Es curioso, porque generalmente habla gente que alaba lo bueno de esta comunidad pero ni siquiera vive en su ‘modelo de éxito’. Este día solo sirve para que algún elefante político nos diga lo genial que es una autonomía diseñada por la derecha y la izquierda castellanas en la que unos viven muy bien y la mayoría lanza un SOS desesperado porque la Junta se olvida de ellos.

– ¿Cree que el debate sobre la autonomía leonesa resurgirá cuando haya pasado esta crisis?
– Son temas distintos. Una cosa es la superación de una alerta sanitaria y el posterior trabajo de reconstrucción nacional que debemos afrontar, en el que absolutamente todos tenemos la responsabilidad de aunar esfuerzos, y otra es que, aunque algunos crean que esta dura realidad nos aparta del camino, se darán cuenta con el tiempo de que el cambio territorial que nosotros exigimos no es un capricho pasajero. Lo dijo en la lectura de los ‘Decreta’ José María Merino: «tenemos suficiente patrimonio histórico como para reclamar una autonomía diferenciada en España». Y eso es lo que piensa la mayoría de los leoneses, les guste o no a los socialistas castellanos y a los conservadores castellanos que habitan en las Cortes autonómicas.

– Se habló incluso a principios de año de una gran manifestación en defensa de la autonomía que habría sido este jueves...
– Es verdad que teníamos prevista alguna cosa, pero también tenemos que reconocer que nuestra forma de vida en los próximos tiempos estará condicionada por un cambio en nuestra forma de relación social. Nunca arriesgaremos la salud de nuestros ciudadanos y está claro que una iniciativa de ese tipo no es posible en estos tiempos. Veremos cuánto tardamos en recuperar la normalidad y cómo podemos seguir haciendo visible el sentir mayoritario de los leoneses.

– También se ha paralizado la ‘Mesa por el futuro de León’, que tendría que haber presentado el pasado 3 de abril a su coordinador y sus principales objetivos en materia de proyectos. ¿Qué esperanzas tiene depositadas en ella?
– Tenía muy pocas antes y, viendo los protagonistas de la primera reunión, tengo aún menos. Nunca hemos creído mucho en este tipo de iniciativas, pero el esfuerzo por parte de los responsables leoneses de UGT y CCOO exigía que diéramos una oportunidad a su buen trabajo. Pero rápido vimos a unos hacer gracietas sobre banderas, a otros promocionándose, al delegado del Gobierno haciendo declaraciones ofensivas contra los leoneses, a la patronal y a los sindicatos autonómicos llevando la iniciativa... y supimos claramente lo que podía dar de sí. Es increíble que no estuvieran los alcaldes de León, Ponferrada y San Andrés, con más de la mitad de la población de la provincia, y hubiera otras administraciones sobrerepresentadas. Alguno creyó que esto aplacaría la voz de la calle y estoy seguro de que ahora se dará cuenta del los muchos errores de concepto que han cometido.

– Aunque veo que tiene pocas esperanzas, ¿qué proyectos consideraría prioritarios para impulsar en esa mesa?
– No tengo claro que ese proyecto supusiera nada bueno para León, por lo tanto nada esperaba antes y mucho menos ahora. Eso sí, vamos a exigir mucho a todos los que se hicieron la foto. Estos momentos esta crisis no debe servir para que el PP y el PSOE la utilicen como excusa a la hora de no responder a la ciudadanía leonesa. Ahora es mas importante aún , porque una crisis de esta dimensión exige respuestas más contundentes. Veremos cómo se comporta el Gobierno en las cuencas mineras, habrá que ver como se cumple el acuerdo en Diputación, comprobaremos si el PP de León despierta de una vez para exigir al autonómico una respuesta contundente como exigió la ciudadanía en la última manifestación o como se lo han mostrado sus concejales en los ayuntamientos leoneses a la hora de reclamar que cambie sus políticas de los últimos 30 años.

– No falta quien defiende que esta mesa y la previa movilización social del 16-F han sido un medio para tratar de desactivar de alguna manera el debate sobre la autonomía leonesa...
– Seguro que existe alguien que lo ha pensado, pero desconoce el leonesismo y a los leoneses. Es verdad que lo primero es resolver la alerta sanitaria e iniciar la reconstrucción del país, pero es que ahí es donde volverá a ser muy importante que se reconozca la situación de la Región leonesa. Las políticas que antes eran necesarias ahora son indispensables. Y vamos a ser muy exigentes.

– ¿Cuál es el estado de salud del pacto que UPL mantiene con el PSOE para gobernar en la Diputación?
– Los pactos tienen buena o mala salud dependiendo de los cumplimientos. Creo que se esta acercando el momento de evaluar entre ambos partidos cómo se está desarrollando. Cuando recuperemos la normalidad, habrá que sentarse y ver cómo se ha desarrollado en un primer año raro sin presupuestos y con esta situación de pandemia sanitaria.

– ¿Cómo valora la gestión de Fernández Mañueco en la Junta? ¿Le ve dispuesto a impulsar de una forma más decidida la convergencia entre provincias?
– La realidad es bastante decepcionante, solo hay que ver lo que ha contado con la mayoría de los portavoces de la oposición en esta crisis sanitaria y ver el talante y los insultos cada vez que contesta nuestras preguntas en las Cortes. Poca capacidad de liderazgo, poca altura política y poca capacidad de gestión, solo hay que ver cómo esta el PP de León para tener una idea cierta de su categoría política.

– ¿Cómo le gustaría que León llegase al 23 de abril del próximo año?
– La verdad es que igual que el 20, el 21 y el 22. Habiendo superado la pandemia y en un nuevo marco territorial junto con Zamora y Salamanca.