11/02/2015
 Actualizado a 07/09/2019
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El próximo sábado es 14 de febrero, y seguro que no se te escapa qué día es… El de los santos Cirilo y Metodio, claro, copatronos de Europa desde que Juan Pablo II –destacando su misión evangelizadora en el mundo eslavo– así lo decretara en 1980.

Pero, además de estos dos hermanos tesalonicenses del siglo IX –entre otros santos–, cada 14 de febrero es obligado recordar a aquel sacerdote cristiano –cuenta la leyenda– que, en la Roma del último tercio del siglo III, casaba en secreto a soldados enamorados, aun bajo la prohibición del emperador Claudio II, lo que le llevó al martirio un 14 de febrero…

Y quizá sea por ello, dicen, por lo que este día se ha popularizado en nuestro tiempo como el de los enamorados. Una ocasión para mostrar de forma especial nuestro amor, al menos si hacemos caso al mundo del comercio, que ‘bombardea’ con ello desde mediados del siglo pasado.

Ni que decir tiene que cualquier otro día es tan bueno como este –aunque esté fijado por convenio– para expresar un «te quiero» de forma especial, para sorprender con una cena romántica, para hacer un regalo o para… Bueno, para lo que sea menester, ya sabes.Pero, más allá de detalles de todo tipo, sí que es este un buen momento para pararse a pensar en lo que supone estar enamorado, ¿no te parece?

Yo soy el hombre más feliz de este mundo desde que, hace ya más de diez años, recibí una flecha de Cupido, de esas que tienen la punta de oro, que son las que siembran el amor.No hará falta decirte que es imposible explicar qué se siente… Hay quien habla de mariposas en el estómago, de nervios, de palpitaciones,… Es inútil; se queda corto…

Y es que estar enamorado lo es todo. Es vivir en completa felicidad cada instante que compartes con la persona amada, y sentir un enorme vacío en caso de no estar a su lado. Es percibir que solo ella es importante… y que todo lo demás queda en un segundo plano. Es, en definitiva, saberse unido a ella en una única esencia. Cada día de forma más intensa.
Es, en definitiva, lo más hermoso que uno puede experimentar. El 14 de febrero y el resto de los días del año. El amor –huelga decirlo– no sabe de fechas…
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