San Antón cibernético (y pandémico)

La pandemia obligó a Merino a lanzar sus coplas ‘virtuales’

Fulgencio Fernández
16/01/2022
 Actualizado a 16/01/2022
Uno de los cofrades, el hermano Antonio de la Sobarriba recibe a los asistentes y les explica la situación, las zancadillas que ponen al santo Antón. | MAURICIO PEÑA
Uno de los cofrades, el hermano Antonio de la Sobarriba recibe a los asistentes y les explica la situación, las zancadillas que ponen al santo Antón. | MAURICIO PEÑA
La pandemia no perdona ni a San Antón y su gochín y este sábado en el esperado acto de las coplas al santo hizo acto de presencia e impidió la presencia física de un mantenedor de lujo, el escritor y académico José María Merino, quien no se pudo desplazar desde Madrid pero sí lanzar sus coplas «por televisión y para la televisión», ye que el acto era televisado.

Recordó Merino al santo Antón, quien «Retirado en la montaña / abandonó su riqueza/ para vivir en cabaña,/ en plena naturaleza.// Un gochín lo acompañaba / como amigo más cercano, / pero animales cuidaba / siempre con la mejor mano», que así empezó su intervención quien en sus obras ha mostrado gran preocupación por la naturaleza. También es Merino un gran defensor de la historialeonesa, especialmente de algunos hitos muy importantes, de los que también habló al santo. «Un León de gran rugido / que, con fuerza soberana, / supo instaurar unas leyes / en la vida ciudadana // que, con el nombre de fueros, / implantados sabiamente / organizaron la vida / de muchos pueblos y gentes, // y aunque pocos lo recuerden, / o lo nublen con patraña, / hoy todavía reglamentan / varias tierras de esta España. // Ese León melenudo / que un día, con los Decreta, / establecidos con honra, / sin engaño y sin careta, / por un monarca muy joven, / dotado de especial gracia, / instituyó en nuestro mundo / la primera democracia».

Pero no solo hasta la historia antigua viajó Merino, también quiso acordarse de hechos recientes que constituyeron la parte más reivindicativa de sus coplas, precisamente ayer que la ciudad estaba llena de políticos de todos los signos a la caza de nuestros votos. «Te hablaré del gran problema / que sufre nuestro León / y que requiere tu apoyo / o alcanzará la extinción. // Hace treinta y nueve años, / y sin ninguna consulta / a la población leonesa / -lo que a democracia insulta- / una ley la constriñó / a formar comunidad /con las gentes castellanas, / en pretendida igualdad. //Pero ya el tiempo ha pasado, / tiempo de gran sacrificio, / que ha supuesto para León / un descomunal perjuicio, //pues la presunta igualdad / nunca ha sido verdadera, / y León se ha debilitado / porque hay quien desea que muera».

Tan claro como contundente, al igual que lo fue con otros problemas acuciantes, como la despoblación que sufre estatierra, precisamente en un día en el que el aforo también estaba limitado en el acto.

Y si Merino no pudo lanzar sus coplas en directo, tampoco pudo estar el habitual conductor del acto, Manu Ferrero, que también debió contar sus historias de manera virtual. «Oh glorioso San Antón, / en busca de vuestro amparo /aquí nos tienes de nuevo/ con devoción y recato// (...) San Antonio animalero, / muy de veras te lo digo/ cuida de truchas, pozas y regueros. // Mira por los perros ¡Tan leales! / por los gatos ¡Tan audaces! / por los periquitos y las torcaces. // Cuando pinte de naranja el cielo / su aurora, que no salga el sol, / ni se ponga, sin que tú, / Antonio bondadoso, / cuides de los seres del mundo / milanos, ranas, mostolillas, alondras, osos...».

No faltaron a la cita los otros ritos habituales, beber el fervudo, comer los dulces, escuchar a los cofrades de San Francisco el Real Extramuros pues, como nos recordó Ferrero: «Con mesura y equilibrio llenemos la panza / y dancemos juntos la abundancia, / pues este mundo es para bailar, bendecir / y vivir en paz con esperanza». Y a ello fueron todos, que aunque puso trabas la pandemia no pudo derrotar a los ritos y costumbres de este santo con gochín que por estos días reúne a tantos fieles, mal que pese.
Lo más leído