Salvar a las pymes a través de la innovación

Icamcyl lanza una nueva actividad fundacional para fomentar la modernización de las empresas a través de “foros de impulso” en los que la tecnología juegue un papel fundamental

D.Alvarez (Ical)
09/08/2020
 Actualizado a 09/08/2020
El director del centro Icamcyl, Santiago Cuesta. | Ical
El director del centro Icamcyl, Santiago Cuesta. | Ical
El Centro Internacional de Materiales Avanzados y Materias Primas de Castilla y León (Icamcyl) pone en marcha una nueva actividad fundacional con la que busca convertirse en “agente procurador de la innovación” para ayudar a las pequeñas y medianas empresas a superar la difícil situación provocada por la crisis sanitaria del coronavirus y a procurar nuevas actividades que ayuden a vencer la atonía económica del territorio. A través de esta iniciativa, bautizada como 'Icamcyl Impulsa', los desarrolladores de la entidad ayudarán a las empresas de los diferentes sectores a “posicionar su idea en Bruselas y conseguir fondos europeos”, con el objetivo de “facilitar que se dinamice la región”. Se trata, según resume el director general de Icamcyl, Santiago Cuesta López, de “salvar a las pymes a través de la innovación”.

En ese sentido, la propuesta de Icamcyl pretende crear “dos faros” en la provincia de León. El primero estaría situado en La Robla, donde la entidad y el Clúster para la Minería Sostenible tienen su sede, mientras que el segundo tendría que contar con la ayuda del Ayuntamiento de Ponferrada, explica Cuesta, para aprovechar el “potencial brutal” de la comarca del Bierzo. Con esta “doble pata”, el objetivo a corto plazo es mantener reuniones periódicas con empresas, los llamados “foros de impulso”, en los que las compañías puedan presentar sus propuestas de innovación, que Icamcyl posicionará en las instituciones europeas. “En Bruselas a mi me da igual vender minerales, pan o chorizo de León”, asegura Cuesta, que valora que en esta nueva etapa Icamcyl vaya a “dedicar fondos, personal y actividad a ayudar a los demás”.

“Nuestra idea es que las empresas, instituciones y entidades que quieran hacer cosas puedan establecer relaciones desde el punto de vista tecnológico, no comercial”, insiste el director general de la entidad, que compara a la tecnología y la innovación con “cañas de pescar” con las que las pymes pueden “generar productos y servicios únicos” que les ayuden a encarar el futuro. Al respecto, uno de los proyectos conseguidos por Icamcyl en el seno de las instituciones europeas permitirá a la entidad lanzar una convocatoria de fondos para financiar a las empresas en aspectos como la modernización de las materias primas y los procesos de economía circular.

Estas ayudas se conciben como una “herramienta para vertebrar la recuperación de las pymes europeas tras el COVID-19”, explica Cuesta, que avanza que uno de los proyectos que se financiará consistirá en incorporar un sistema de industria 4.0 a una mina, con el fin de reducir las emisiones, mejorar la gestión de los residuos y evitar la contaminación de las aguas.


El proyecto de Folgoso


En esa línea, otro de los objetivos fundacionales de Icamcyl es la transformación del sector minero y el cambio de modelo desde una “minería de rapiña” a “una nueva minería que utilice la tecnología para incorporar la economía circular”. Estas nuevas minas “altamente sostenibles” deben incorporar tecnologías como la hidrometalurgia o los nanocaptadores y centrarse en la búsqueda de las conocidas como tierras raras, minerales altamente valiosos como el tungsteno o el titanio.

Para llevar a cabo esta actividad, existe un proyecto para crear un edificio de impulso empresarial en la localidad berciana de Folgoso de la Ribera, aunque Cuesta recuerda que esta iniciativa requiere de una “inversión fuerte”, en torno a los 25 millones, para la que Icamcyl carece de capacidad. “Hay que convencer al sector público para que ponga dinero a través de ese proceso de transición justa y también a las empresas. Nuestro trabajo está ya hecho, no depende de nosotros”, explica el director general, que lamenta que una iniciativa capaz de “generar reactivación en el territorio” esté “atascada” debido a la falta de presupuesto.

“La minería del carbón está agotada, vamos a hacer una nueva minería en la región, que es lo que se está promoviendo en Europa”, insiste Cuesta, que explica que este centro se concibe como un piloto industrial de carácter internacional en el que la colaboración público-privada sirva para desarrollar diferentes tecnologías útiles para el proceso de recuperación de minas y escombreras. En ese sentido, Cuesta confía en que el impulso que pueda dar el Clúster para la Minería Sostenible se convierta en una herramienta de desarrollo que ayude a paliar la “pérdida de trabajo pero no de capacidades”. “La singularidad que tiene la provincia de León es una historia con la minería del carbón que hace que haya profesionales y empresas de grandes capacidades. Si los conseguimos trasponer a la nueva minería sostenible de materias críticas que se hace en Europa podemos volver a crear empleo”, sostiene.

Ecosistemas de innovación


En ese sentido, el polo de innovación de La Robla también buscará acelerar el “desarrollo desde el carbón al carbono” y utilizar el carbón procedente de las escombreras para investigar las aplicaciones de componentes como el grafeno o los nanotubos de carbono. Al respecto, Cuesta insiste en que la “especialización inteligente” de los territorios y la creación de “ecosistemas de innovación” será capital en la próxima década, ya que los fondos de desarrollo estructural de la Unión Europea se destinarán a “prioridades estratégicas de las regiones”.

Por ello, el zaragozano defiende la apuesta de Castilla y León por sectores como la minería sostenible y los materiales avanzados como una vía para retomar el pulso de la actividad económica en la Comunidad y lamenta que el XV Congreso Internacional de Energía y Recursos Minerales, previsto para el mes de octubre en León, haya tenido que cancelarse debido a la pandemia. En su lugar, los participantes celebrarán una reunión previa virtual que servirá para preparar el encuentro que esperan que sí pueda tener lugar en la primavera del año próximo.

Con un “equipo pequeño” que su director general confía en incrementar en los próximos años, Icamcyl ha conseguido atraer en sus 30 primeros meses de actividad un total de 14 proyectos tecnológicos, 12 de ellos europeos, que representan un valor de 36 millones de euros para atraer actividad tecnológica a León. “Es importante la capacidad que tenemos para convertir ideas en proyectos altamente competitivos y posicionarlos en la Unión Europea”, destaca Cuesta, que valora que la entidad tenga presencia en foros comunitarios como el Instituto Europeo de Tecnología, la Plataforma Internacional de Materiales Avanzados o la Alianza Europea para la Economía Circular, un nuevo lobby con sede en Bruselas que echó a andar en el mes de junio y que trata de impulsar medidas de inversión a las empresas para llegar al Pacto Verde.

Cinco de esos proyectos han llegado en el último año, recuerda el tecnólogo promotor que dirige la entidad. A través de estas iniciativas, Icamcyl impulsará la investigación de tecnologías de recuperación de neumáticos, de combustión limpia para vehículos pesados o de producción de nanocomponentes.

Por su parte, el proyecto ‘Smarty’ pretende “poner a Castilla y León en el mapa europeo” de la implantación de la industria 4.0 en sectores específicos, como la manufactura avanzada o la minería sostenible, en los que Cuesta considera que la Comunidad puede convertirse en referente. Otro de los proyectos estrella que coordina Icamcyl es ‘Mine the Gap’, una iniciativa que financia los procesos de innovación, comercialización e internacionalización de las empresas del sector de las materias primas y la minería. “Vamos a intentar que al menos un 20 o un 30 por ciento sean de empresas de aquí”, avanza Cuesta, que se ofrece a asesorar a las compañías locales para facilitar que sus ideas puedan llegar a conseguir los “bonos de innovación” previstos en el proyecto.
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