Salió la plaza de capador

Me llama Santiago, el pastor de Argovejo, emocionado. Yo creí que era el orgullo de verse en las redes acompañando al pequeño Nicolás, que por ahí andao que ya puede comprar el Interviú para ver los reportajes de investigación porque le retiró la amistad cuando sacó en primera página a la Duquesa de Alba enseñando las tetas («o lo que sea», decía él); o que ya le han mandado balas para la pistola de matar ecologistas que le gusta este Papa... pero no, resulta que me mandaba el recorte de que, al fin, ya han publicado en el BOR (el Boletín Oficial de lo Rural) la convocatoria de la plaza de capador para las zonas de Montaña. «Ya es hora de que se vuelva a hacer buena cirugía, porque desde que murió el capador de Las Salas no se hace buena cirugía en toda esta Montaña».
- A ver, Santiago, que esta plaza es para capar gochos.
- Claro, gochos, ¿para qué crees que me voy a presentar a la plaza? Ya tengo una lista que voy a hacer una limpia que igual me sacan en procesión con más pendones que en la Romería de Castrotierra.
No hurgué en la pregunta. Tengo para mí que lo entendió mal pero si le quito la ilusión igual se me deprime. Y ahora que llegan estas fechas tan entrañables para el Cortinglés, el Continente y el Niño Jesús no es cuestión de darles disgustos a los pastores.
- Voy a afilar la cuchilla.