Salce-Pico Formigones: una panorámica de Omaña

La ruta que se propone puede tener muchas variantes dependiendo de las ganas y la preparación y el tiempo de quienes la realicen. Puede hacerse lineal, desde Abelgas a Salce, o bien subir el Pico Formigones y Peña Correa

Vicente García
20/04/2017
 Actualizado a 19/09/2019
Imagen de una de las vistas de esta ruta por la comarca de Omaña. | VICENTE GARCÍA
Imagen de una de las vistas de esta ruta por la comarca de Omaña. | VICENTE GARCÍA
De nuevo se plantea una ruta en Omaña, una comarca leonesa de cumbres suaves, pero elevadas, ya que muchas sobrepasan los dos mil metros como es el caso de esta cumbre. Una cumbre conocida con unas vistas.

La ruta que se propone puede tener muchas variantes dependiendo de las ganas y la preparación y el tiempo de quienes la realicen. Puede hacerse lineal, desde Abelgas a Salce, o bien subir el Pico Formigones y Peña Correa, bajando por la cresta a Salce y con más tiempo y ganas se puede hacer una integral de la Cañada, Formigones y Peña Correa, aunque lo que se plantea en estas rutas es algo sencillo y al alcance de cualquiera que no quiera complicarse la vida.


La ruta

La ruta comienza en la localidad de Salce, perdida entre suaves y elevadas montañas cerca del límite de la Omaña con Babia, es una localidad tranquila y sencilla desde donde se toma un camino en dirección norte paralelo al Arroyo del Valle que desciende directamente de los altos de la Cañada. Se sigue esta pista bastante llana casi durante 5 kilómetros con muy pocos árboles, solamente alguno en las vegas al lado de los arroyos, aunque poco antes se continúa por una variante un poco más elevada en las faldas de la Peña Correa que va directamente al arrroyo de las Llamas, desde donde se continúa, al perderse el camino por loas praderas exteriores, no por el cauce del arroyo que se estrecha hasta hacerse impracticable. Siguiendo las praderas que han sido desbrozadas hace pocos años, se va ganando altura hasta llegar a la base del Pico Formigones. En este punto se puede ir directamente, aunque sea un poco más cansado, o caminar hacia la loma de la izquierda, para poco después tomar la cresta que resulta un poco más descansada. Poco a poco se va ganando altura entre matorral y carqueixa, por un terreno bastante feo, y si se camina por la ruta directa, es algo más compicado debido a la piedra suelta en tramos de mayor desnivel.

De un modo u otro se alcanza la cumbre en la que hay una columna de piedras, como hito que marca el punto más alto. En la cumbre se divisan, muy cercanos, el Alto de la Cañada y el Penouta, dos cumbres que superan los 2000 metros, la primera de ellas la más alta, así como la masa de blanca caliza de la Peña Correa. Se ve el valle por el que se ha llegado y el del arroyo del Valle que subir hasta la Cañada, y entre Peña Correa y Penouta el arroyo de Valverde, que baja a Abelgas de Luna, otra posible ruta de ascensión

Al fondo, detrás de la Peña Correa, se divisan perfectamente las Ubiñas, con todo el macizo que las rodea, así como el Cirbanal, y más a la derecha las Peñas de Prado, la Barragana, Peña Laza y el Fontún emergiendo de las cercanas cumbres, detrás de ellas se ven los dosmiles de Brañacaballo, el Estorbín y el Cellón, y más lejos las otras cumbres de la cordillera Cantábrica.

El descenso no tiene complicación y es preferible hacerlo por la cresta que va descendiendo escalonadamente hasta llegar a la pista que tras otros tantos kilómetros, como la ida se llega de nuevo a Salce.


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