Esta locura que desemboca en el 1 de octubre, de momento, nos está sacando lo peor de cada pueblo y sus gentes, la dialéctica del ofendido, las armas de quien se ve en medio de una batalla que nunca había ido con él.
Es extraño cómo en cualquier bar, donde hasta ayer habían reinado la Cultural, el Ademar, la sequía, la coña de los riegos a una y otra orilla en semanas alternas, el trabajo –más bien la falta de trabajo–, el fin de la minería... han tomado por asalto no el cielo sino la tierra, el día a día, las charlas, las opiniones.
Y, como ocurre siempre en estas ocasiones, salen las frases que nadie piensa, las amenazas que nadie mantendría, las bravuconadas que nadie había pedido.
Viendo la foto de Mauri me viene a la memoria una frase en el bar donde fui a escribir la crónica del corro de lucha de Sahechores, con ‘Puigdemón’ y Oriol Junqueras poniendo imagen al descanso del partido de fútbol: «¿De historia nos quieren hablar? Como saquemos nosotros los leones a pasear se iban a enterar», que así traduzco yo su «se iba a cagar la perra» que decía él con fuerza, con tanta que desató la caja de los truenos hechas frase y amenaza:
– Estos lo que necesitan es que vuelva Patas Cortas, se iban a enterar.
– Historia? Historia la nuestra, ¿dónde están estos en el escudo de España?...
Por esos derroteros subía la temperatura (no me pidáis más frases textuales en horario escolar)cuando tomaron la pantallas los marianos, sáncheces, villacises e integrantes de la otra trinchera. «¿Estos? Estos son los de la culpa». También aquí fue subiendo la ira.
Tal vez sería bueno que supieran que «no hay ratoneras para tanto topo», dice otra frase textual.
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