Sabuesos y modelos

Ellos también son coquetos. El concurso de belleza canina, con 83 participantes,puso el broche de oro a la XXXVI Feria de Perros de Caza de Camponaraya, un referente ya para el sector a nivel nacional tanto por la participación como por la continua innovación de un programa capaz de sorprender año tras año. El braco de verma Lupo, de María Otero, de Dehesas, se hizo con el premio de Mejor Perro de la Feria.

La mejor rehala fue la grifón azul weimar de Gascuña, presentada por el canil O Agriño de Padrón (A Coruña).
Aunque las que más seguimiento tienen siguen siendo las actividades ‘clásicas’. Tras la prueba reina, el Rastro de Jabalí con perro atraillado, que se celebró el sábado en el Monte Alto de Naraya, cazadores y sabuesos abandonaron el bosque para desfilar por la ‘pasarela’.

Los jueces examinaron a los candidatos a modelo en tres modalidades: Mejor de grupo, mejor Rehala -manadas con un mínimo de cinco perros- y mejor perro de la Feria, un ‘Adonis’ de cuatro patas.

Pero no todo fue culto al cuerpo. El concurso de belleza dejó la competición a un lado y dio paso a una tarde didáctica. Dueños y acompañantes compartieron una sesión de adiestramiento canino, un taller orientado a enseñar una serie de pautas básicas que faciliten la convivencia entre ambos, centrándose además, en este caso, en la forma de interactuar ante la presencia de otros animales.

No fueron los perros los que clausuraron la feria. Como novedad, Camponarya despidió la trigésimo sexta edición con una exhibición de cetrería. La organización valoró de forma muy positiva la buena acogida de esta edición de la feria en la que participaron más de800 perros, llenando todo el espacio disponible. La organización consignó también mucho más movimiento en ventas de animales.