"Sabemos dormir en una repisa con medio culo fuera"

Muchas veces tipos extraordinarios visitan la provincia y pasan desapercibidos en la vorágine del momentou otras circunstancias, como estar lejos del foco. Les acaba de ocurrir a los hermanos Eneko e Iker Pou, dos leyendas de la montaña, la escalada, la aventura... dos tipos cercanos que acudían a la 49 edición de la Semana de Montaña de Bembibre, que organiza el Club Gistredo. El lleno que se produjo en la Casa de las Culturas de Bembibre habla del gancho que los Pou tienen en su ambiente, en su medio.

Lo de los hermanos Pou también vale para otros participantes en la Semana, pero ellos son verdaderas leyendas que, además acudían por tercera vez a esta cita, como recordaba Eneko. «A bote pronto creo que es la tercera vez; a finales de los 90 vine yo solo; en 2006 ya vine con Iker y ahora, en la cita previa a la 50 edición, que ya es mucho decir». Aseguraron que vienen encantados pues «el hecho de que seamos montañeros, de nuestra vocación, radica en que existan lugares en los que se valora la montaña y se anima a vivirla, como en Bembibre o, en nuestro caso, en el ámbito familiar, pues nuestros padres nosapoyaron» y, añade Iker, « si tienes un hermano mayor que te conduce en todo… Sigues peleando por hacer cosas nuevas, que muchas veces es lo que vas buscando, ahora mismo estamos intentando localizar paredes en las que nadie haya estado, en Perú y sitios así».

La pregunta inevitable con estos dos grandes de la aventura es la empresa máscomplicada que han emprendido señalan dos puntos singulares: «Uno muy difícil fue la de la Antártida, muy complicada, íbamos con un velero pequeño, desde allíbuscando paredes en la montaña... mar y montaña juntos, pero los disfrutamos».

Y también hablan de la dificultad de otra expedición que era precisamente a la que dedicaron el documental que esta semana presentaban en Bembibre. «Fue una historia muy complicada, al Ártico: En la Isla Baffin de Canadá, que fue muy duro, de día aguantas pero cuando se va el sol ya es muy fastidiado, ahí se podría decir que es la aventura total».

Y no se podían ir del Bierzo sin dejar alguna anécdota para el recuerdo;entre las muchas que fueron intercalando en su relato el público agradeció la que llamaron «la capacidad que tenemos para poder dormir en cualquier parte, en una cornisa de montaña, aunque tengamos medio culo dentro y la otra mitad afuera».