Ruta de los osines en Riaño

Una ruta sencilla y entretenida para toda la familia que recorre los alrededores del pantano donde se van a encontrar dos esculturas pequeñas de osos y otros animales

Vicente García
05/05/2023
 Actualizado a 21/06/2023
Vista de Riaño. | VICENTE GARCÍA
Vista de Riaño. | VICENTE GARCÍA
Riaño en el siglo pasado tuvo una actividad agroganadera muy pujante debido a sus fértiles valles que quedaron anegados con el pantano. También hubo minas como la de antimonio y arsénico de las Biescas o de Bachende, situadas sobre la localidad de Huelde. Restos de estas explotaciones se pueden visitar en la ruta.

Los osines es una nueva ruta que se diferencia del resto por la presencia de las figuras de unos pequeños oseznos y otros animales que esperan al visitante a lo largo y al final del recorrido. El itinerario ha sido realizado en colaboración entre el Ayuntamiento y la Junta Vecinal-Concejo de Riaño.

Se trata de una ruta para hacer en familia y con niños, porque es sencilla, sin grandes cuestas y en un entorno agradable y bello que puede hacerse en cualquier época del año, en especial en otoño, cuando las hojas de las hayas cambian su color o en primavera cuando renacen. Para el verano es una ruta fresca en especial en la zona sombría de los avellanales y con la cercanía del pantano resulta mucho más fresca. Es muy interesante para los niños debido a los elementos de la fauna de la zona presentes, aunque se debe procurar que no se separen del grupo, en especial al llegar al final. Conviene visitar la página web del ayuntamiento de Riaño que tiene propuestas para realizar rutas y recorridos por la zona, así como el Grupo de Acción Local Alto Esla.La rutaDesde el aparcamiento existente antes de cruzar el viaducto de Riaño se toma el sendero señalizado que sale entre los pinos hacia la izquierda, donde se encuentran muchas señales y se debe cruzar un paso canadiense. Sigue durante un tramo por el pinar encantado y luego bajo un hayedo hasta que se llega a la ensenada del arroyo Vallarqué que baja hacia el pantano desde la base del Gilbo. Es necesario ir por el camino ancho que bordea el pantano y va siguiendo la cota con muy pocos desniveles. Se puede también andar por el camino viejo que existía antes y que se lo tragó el pantano, pero al llegar al vértice de bajada del arroyo conviene volver al camino de arriba porque éste se introduce al final en el agua cuando el nivel sube bastante, razón por la que se abrió el camino más elevado.A continuación, se bordea una zona con rocas que bajan de las calizas del pico Vallarqué y poco después se llega a un cruce en el que se distribuyen tres caminos, el de la izquierda sube hacia la cueva de la vieja del monte y el mirador de las Viescas, el de la derecha hacia el merendero o área recreativa y el del medio es la ruta de los ositos. Antes o después de la ruta se puede pasar por el área recreativa para comer o descansar, o solamente acercarse al pantano o beber agua de la fuente existente entre las mesas de descanso. Para tomar la ruta se debe volver al camino del medio del triple desvío y comenzar a andar por un camino entre un arco de avellanos que pasa a un hayedo que bordea el pantano. Tras subir una pequeña cuesta, se encuentra un espacio en el que han colocado la escultura en bronce de un pequeño oso con vistas al pantano.

Por el camino entre el hayedo de las Viescas se encuentran restos del pasado minero de la zona en forma de estanque de decantación y muro de carga, que están siendo comidos por la maleza, aunque se ha colocado un panel explicando en tres lenguas el valor de los restos de la minería del arsénico. Tras una serie de vueltas y revueltas por el hayedo, donde se encuentran esculturas de aves como lechuzas y búhos sobre viejos troncos de hayas, se llega al muro rocoso que baja desde el Cueto Cabrón y donde resulta difícil continuar por tierra. En este espacio es donde se ha colocado el segundo osín, además de un banco para descansar y el panel explicativo acerca de los osos, sus características, costumbres, beneficios, qué hacer al encontrarse con uno y qué no hacer…

Desde ese punto se vuelve, no sin antes ir contemplando el panorama que se abre en diferentes partes del recorrido ante la vista del caminante, con los picos Yordas, Pandián y la Mura, así como las estribaciones de la Tendeña, el Cueto Nebloso. En el regreso, en un punto determinado, se pueden ver en lo alto, entre las hayas, las escombreras de la mina y en la más elevada, el mirador de las Biescas.

La ruta vuelve por el mismo camino al cruce en el que se encuentra el desvío al área recreativa y a la cueva de la Vieja del Monte y si hay suerte se la puede encontrar buscando frutos del bosque para los niños que ayudan a sus


Lo más leído