Romana e inclusiva

Maruja y Carmina, de 90 y 93 años, estrenaron la calzada romana inclusiva Las Salas-Valdoré

Fulgencio Fernández
30/05/2021
 Actualizado a 30/05/2021
Carmina Rodríguez, de 93 años y conocida hostelera de Crémenes, recorriendo la calzada romana en su inauguración como inclusiva. | MAURICIO PEÑA
Carmina Rodríguez, de 93 años y conocida hostelera de Crémenes, recorriendo la calzada romana en su inauguración como inclusiva. | MAURICIO PEÑA
«Yo si Dios me da salud y vida me gustaría repetir. Me gustaría ir a Tejedo, que siempre tuve ganas»; dice animada y emocionada Maruja, de 90 años, vecina de Argovejo, mientras mira para su compañera de aventura, Carmina, de 93 años, vecina de Crémenes. Y ésta, como entendiendo el gesto, le responde: «Y a mí también... pero ya tenemos una edad».

- Déjate de edades... le dice Maruja, que quiere ver a los voluntarios que le ayudaron a hacer el recorrido para invitarlos a que vayan a su casa a tomar algo, «son unos rapaces tan buenos;nos llevaron a la silla la reina».

Y es que Maruja y Carmen acababan de vivir una experiencia «que ya ni nos podíamos imaginar» al recorrer la calzada romana entre Valdoré y Las Salas en dos sillas joëlette ‘conducidas’ por equipos de voluntarios del grupo de montaña Pandetrave, especializado en este tipo de iniciativas solidarias. Ellas dos han sido las primeras del municipio para esta jornada inaugural, en que se abría oficialmente la primera ruta inclusiva de la provincia, de poco más de diez kilómetros de distancia y accesible a personas de todas las edades, como ellas, o de capacidades diferentes, como las dos chicas que las acompañaron en las otras dos sillas dispuestas para el recorrido, ya ‘veteranas’ en actividades de Pandetrave, Clara y Silvia. Y también hicieron el recorrido otros dos participantes con discapacidad visual, Raúl y José, que se ayudaron de dos barras direccionales.

Una de las sillas y una de las barras direccionales también estaban de estreno. «Entraban dentro de la subvención que recibimos de la Junta para esta Ruta Inclusiva, quedarán aquí a disposición de la ruta y para quien las vaya solicitando», explica el alcalde de Crémenes, Ángel Alonso; un municipio que ha apostado por la inclusión y que fue por ello reconocido como Socio de Honor de Pandetrave hace un par de años.

Maruja Tejerina decía que había rejuvenecido «pues recuerdo haber hecho esta ruta cuando tendría veinte años y no me imaginé volver a verme en este camino con 90 años». Esta vecina de Argovejo de toda la vida, donde se dedicó a la ganadería «como la mayoría de los vecinos» no dudó en apuntarse cuando le propusieron participar en la ruta inclusiva. «Yo soy muy lanzada, aunque se que los años no perdonan, pero me he encontrado muy bien, fue una experiencia muy agradable, gracias a estos rapaces que nos llevaban con todo el cuidado del mundo», en referencia a los voluntarios de Pandetrave, veinte en esta ocasión, cinco por cada una de las sillas, con un reserva para ir turnándose o por si hay alguna incidencia, que no ha ocurrido.Palabras muy parecidas eran las de la otra viajera, Carmina, una mujer muy querida y conocida en la comarca pues regentó durante décadas un negocio de hostelería, de apreciada cocina, en Crémenes. «Nosotras ya no estamos para ir solas a ninguna parte... pero si nos llevan como hicieron hoy igual no es mala idea lo de ir a Tejedo» (un conocido puerto de la comarca. «Si nos conservamos, aunque solo sea, como hasta ahora».Además, a lo largo del recorrido no faltaron las paradas técnicas: «Salimos a las once de Valdoré, una parada para ‘piscolabis’ en Crémenes y, al finalizar la ruta, la paella con postres en los alrededores de la ermita de Roblo, una tradición de todas las rutas inclusivas de esta comarca», recuerda Marce, de Pandetrave.Junto a las dos mujeres de la comarca hicieron el recorrido dos jóvenes que ya han participado en más iniciativas similares de Pandetrave: Clara y Silvia, del CRE de San Andrés. Ellas ya han vivido incluso «emociones más fuertes» en otras rutas, algunas de mayor dificultad que esta que ayer se inauguraba. María Jesús, la madre de Clara, recordaba la emoción de aquella primera salida, en 2018, por tierras de este mismo municipio: «Ha sido precioso y emocionante, sobre todo para nosotros que era la primera vez que podíamos participar en una iniciativa así. Clara ha ido en su silla, nunca mejor dicho, como una reina, ha disfrutado... es impagable mirarla a la cara». Y añadía un aspecto tal vez desconocido para quienes no lo viven en primera persona: «Pero nunca podíamos salir al monte, por ejemplo, todos juntos pues alguien tenía que quedarse con la niña, que no se podía desplazar. Por eso, otro valor añadido e importante ha sido la posibilidad que hemos podido disfrutar toda la familia y con la seguridad que da la presencia de todo el equipo de Pandetrave, de voluntarios, servicios médicos... Es impagable para todos, pero para nuestra hija por supuesto que mucho más».

El otro ‘estreno’ de la jornada era el de una nueva barra direccional para ciegos, en este caso Raúl y José. Como suele ser habitual ‘en este grupo’ son habituales las «bromas sin peligro» entre los que van en la misma barra, también con voluntarios;pero esta nueva ruta inclusiva de la calzada romana se lo pone más complicado para las bromas pues la App accesible para todos los móviles y por la que se puede ir siguiendo el recorrido «escuchando una documentada locución que tiene al usuario informado prácticamente metro a metro pues la audioaplicación (también en leguaje de signos para los sordos) va describiendo el tramo de calzada en los ‘beacons’ ubicados en 11 puntos estratégicos del recorrido, uno cada menos de un kilómetro».

También las instituciones acudieron a la cita de ayer en Valdoré y en representación de la Junta de Castilla y León, que es quien concedió la subvención, acudió la Jefa del Servicio de Cultura, Amelia Abiaín; y también acudieron dos diputadas provinciales, del área de Deportes, Susana Folla Abad, y de Desarrollo Rural, Avelina Vidal.

Una vez inaugurada esta primera ruta inclusiva de la provincia; y con la ventaja de poder contar con las nuevas silla y barra direccional habrá nuevas salidas, para las que se pueden apuntar los vecinos del municipio que quieran repetir la experiencia de Maruja y Carmina y, a su vez, el material estará a disposición de quienes lo soliciten, «con la única condición de que cuenten con expertos para mayor seguridad de quienes acudan a este tramo, con una rica historia que los caminantes pueden disfrutar tanto en los paneles como en la App, con datos aportados por uno de los mejores conocedores de la ruta: Siro Sanz.
Lo más leído