‘Rojo y negro’, la novela que nació para ser ballet

El octogenario coreógrafo Pierre Lacotte pone punto final a su carrera con una nueva creación sobre el clásico de Stendhal para la Ópera de París. El jueves 21 en directo en Cines Van Gogh

Javier Heras
21/10/2021
 Actualizado a 21/10/2021
Una imagen del ballet 'Le rouge et le noir'.
Una imagen del ballet 'Le rouge et le noir'.
A los 89 años, Pierre Lacotte pone punto final a su carrera de la forma más inesperada: con una obra original desde cero. Al coreógrafo francés (1932) se le conoce como el gran restaurador del ballet romántico: se labró su leyenda al reconstruir títulos perdidos del siglo XIX. Junto a su mujer y musa, la bailarina clásica de la Ópera de París Ghislaine Thesmar, logró revivir en 1972 'La sílfide', creada por Filippo Taglioni en 1832, solo mediante documentos y archivos. Su éxito los llevó a continuar esa línea de trabajo con 'Ondina', 'Paquita', 'La hija del faraón' o 'Coppelia', hoy consolidadas en el repertorio del Bolshoi, La Scala o Nueva York.

Sin embargo, en su despedida ha preferido la libertad de una creación propia, que combina vocabulario clásico y contemporáneo. Y para 'Le rouge et le noir' se ha atrevido a adaptar una de las cumbres de la literatura universal: 'Rojo y negro' (1830). En ella, Stendhal relata el meteórico ascenso del humilde hijo de un carpintero en la Francia de la Restauración borbónica. Gracias a su inteligencia y su capacidad para lograr la aprobación de los demás, Julien Sorel accede primero a la burguesía y luego la aristocracia, hasta que los líos de faldas precipitan su caída. Pocos retratos más brillantes que el de este joven inteligente, ambicioso y acomplejado por sus orígenes. A caballo entre el romanticismo y el realismo de Flaubert, Stendhal no solo describe una época y su atmósfera, sino que profundiza en la psicología, los sentimientos, contradicciones, frustraciones y secretos.

A partir de la novela, que había leído de adolescente, Lacotte desarrolló un libreto durante dos años. Por su riqueza de personajes y de imágenes, Rojo y negro casi parecía pensado para la danza. "Lo tiene todo: un héroe que huye de su condición, pasiones, traiciones", ha declarado en rueda de prensa. Consiguió condensar el argumento en tres actos (unas tres horas), con solo ocho protagonistas; el contraste de sus personalidades se refleja en la forma de moverse de cada uno. En cuanto a las situaciones, se centra en las más
dramáticas: la llegada de Julien al seminario, las reacciones que su presencia genera en la alta sociedad (escandalizada o entusiasmada, según), su ascenso y destrucción, a los cuales asiste el cuerpo de ballet como un coro griego.

Aparte de dotar de estructura al texto y a los pasos, Lacotte se ha encargado del diseño de los decorados (hasta 35, en blanco y negro como las páginas de un libro) y del vestuario: 400 trajes para 104 bailarines, en los colores del título. Siempre riguroso, en los archivos del Museo de Artes Decorativas indagó sobre la arquitectura de la época, el estilo en la corte y la provincia o los contrastes de clases.

Para la música, en vez de encargar una partitura, ha compilado diferentes extractos de Jules Massenet (1842-1912), compositor de 'Manon' o 'Werther'. La sensualidad de sus melodías, su rica orquestación y su refinamiento -muy del gusto de la burguesía decimonónica- encajan como un guante. Cualquiera diría que está escrita ad hoc, aunque los fragmentos provengan de óperas como 'Ariane' (1906) o 'El rey de Lahore' (1877), un triunfo en su momento y desconocida hoy día.

La Ópera de París reabre sus puertas tras la pandemia y Cines Van Gogh vuelve a las retransmisiones en directo, casi dos años después. Será este jueves 21 de octubre a las 19:15 horas. Ninguna producción más esperada que Le rouge et le noir: supone el regreso de Lacotte a la casa donde debutó como bailarín a los diez años, y donde se formó hasta 1954, cuando emigró a EEUU. Medio siglo más tarde, se ha sentido "renacer" gracias a la interacción con los jóvenes bailarines. Incluso grabó los ensayos en vídeo "por si no llegaba al estreno" y su ayudante tenía que tomar el testigo.
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