Tras la eclosión que supuso la ‘década prodigiosa’ de los noventa, Atapuerca parece vivir momentos de menor exaltación sin bajar por ello la guardia en lo que a investigación y hallazgos se refiere. «Como bien dices llevamos ya 40 años del proceso de excavación. No debemos de olvidar que desde 1978 hasta la actualidad se ha excavado y se ha trabajado sistemáticamente todos los años en la Sierra de Atapuerca, lo que ha permitido generar y extraer una gran cantidad de información sobre el estudio de nuestro pasado», asegura Rodrigo Alonso, para quien los años noventa fueron claves para el posicionamiento del Proyecto Atapuerca y de sus hallazgos en el panorama científico internacional.El responsable de Didáctica y Dinamización del MEH quiere destacar sobre todo las campañas de 1992 y 1994. «En 1992, en el yacimiento de la Sima de los Huesos, se recuperaron toda una serie de cráneos humanos, muy completos, que supusieron un antes y un después en el Proyecto Atapuerca. Estos cráneos, que tenían una antigüedad en torno a los 400.000 años, permitieron realizar toda una serie de trabajos científicos que concluyeron su pertenencia a los Preneardertales, la especie que posteriormente evolucionó y dio origen en Europa a los Neandertales. Todos estos trabajos tuvieron una gran repercusión en el panorama científico internacional».En este sentido, Rodrigo Alonso hace alusión al ‘cráneo nº 5’, uno de los recuperados en esta campaña, que fue portada en 1993 de la revista Nature, la publicación científica internacional de más renombre junto a Sciencie. «Esto sirvió para que, por primera vez, el trabajo de investigación de un equipo español fuera portada de esta prestigiosa revista», destaca el alto cargo del MEH, que quiere también destacar el descubrimiento llevado a cabo en 1994 en el yacimiento conocido como Gran Dolina, «de más antigüedad y que tiene una datación en el nivel en el que se estaba trabajando de algo más de 800.000 años», donde se recuperaron una serie de restos que también van a suponer un antes y un después en el estudio de la evolución de los grupos humanos en Europa. «Hasta el hallazgo de los restos humanos en el nivel 6 de Gran Dolina, los restos más antiguos que teníamos constatados en el continente europeo no superaban el medio millón de años. Todos esos restos pertenecían a los Preneandertales, a los mismos que nosotros estábamos localizando en la Sima de los Huesos, y por tanto se pensaba que la primera llegada a Europa estaba en torno al medio millón de años. El descubrimiento en el nivel 6 de Gran Dolina adelantó este poblamiento europeo y lo situó rondando el millón de años, elevándolo a una cronología en concreto de 850.000 años. Estos restos se estudiaron y se comprobó que presentaban similitudes pero también diferencias con los restos de Preneandertales, por lo que se decidió crear una nueva especie bautizada con el nombre de Homo Antecessor», comenta Alonso, para quien el hallazgo de los restos humanos en la Sima de los Huesos de hace 400.000 años y el hallazgo de esos restos humanos de una nueva especie de algo más de 800.000 años constituyen los dos grandes hitos de la década de los noventa del Proyecto Atapuerca y que sirvieron para posicionar a un equipo científico español a la vanguardia de los estudios sobre evolución humana.
Esos importantes descubrimientos científicos dieron paso a la creación de las primeras infraestructuras que pretendían dar a conocer estos resultados al público en general. «Se comienzan con pequeñas iniciativas como la creación en 1993 de un aula arqueológica en el pueblo de Emiliano Aguirre y hacia el final de la década se producen las primera visitas guiadas de forma sistemática a los yacimientos y que han perdurado hasta el día de hoy. «La concesión en 1997 del entonces PremioPríncipe de Asturias al equipo de investigación de Atapuerca y la declaración en el año 2000 de Patrimonio de la Humanidad a los yacimientos de la Sierra de Atapuerca sirvieron para ir consolidando unas pequeñas infraestructuras divulgativas que van a desembocar en un gran proyecto museístico que se inauguró en el año 2010 con el Museo de la Evolución Humana en el centro de Burgos».Para Rodrigo Alonso Atapuerca es un lugar «que no deja de sorprendernos», destacando otros hallazgos significativos más allá de los que tuvieron lugar en la década de los noventa. En este sentido, el responsable de Didáctica del MEH destaca el efectuado en el año 2007 en el yacimiento de la Sima del Elefante de una mandíbula humana aún más antigua que los restos del Homo Antecessor, «una mandíbula que supera el millón de años, en concreto está datada en torno al 1.200.000 años, que son a día de hoy los restos más antiguos que tenemos en Europa Occidental», sostiene Alonso, para quien en la actualidad Atapuerca ha recuperado restos de cinco especies humanas diferentes. «Con el hallazgo de la mandíbula en la Sima del Elefante nos faltaban encontrar restos de una especie que es muy querida en el campo de la evolución humana, que son los Neandertales, y que aparecieron hace dos campañas de excavación, en el año 2017, en el yacimiento de la Cueva Fantasma y de la Galería de las Estatuas. Aparecieron en concreto un fragmento de parietal en la Cueva Fantasma y una falange humana en el yacimiento de la Galería de las Estatuas de esta especie de los Neandertales que nos sirve para cerrar todo ese poblamiento humano desde hace un poco más de un millón de años hasta la actualidad», asevera.
Sobre su intervención de este sábado en la sede de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia, Rodrigo Alonso comenta que le resulta muy interesante acudir a localidades y a proyectos culturales como el que desarrolla la FCAYC en la medida en la que llevar la ciencia a lugares tan pequeños es tan importante como hacerlo a los grandes congresos internacionales. «Partimos de la premisa de que la cultura debe ser accesible a todo el mundo. Por eso iniciativas como la que ha tomado esta Fundación son para nosotros muy interesantes porque nos permite contactar de primera mano con el ciudadano para contar, en primer lugar, las noticias más recientes sobre los descubrimientos de Atapuerca, profundizar sobre esos restos por ejemplo de Neandertales que te comentaba anteriormente, y sobre todo también intentar destapar inquietudes en la gente. El tema de la evolución humana es apasionante porque al fin y al cabo nosotros formamos parte de este proceso y hace que nos planteemos interrogantes que están en el candelero hoy en día, como puede ser por ejemplo el cambio climático. Los estudios de evolución humana nos permiten saber mucho sobre los cambios climáticos en el pasado y acercarnos de una manera empírica, de una manera científica, a valorar y a analizar el cambio climático que podamos estar padeciendo en la actualidad».