Rocío Cuevas: "Es un proyecto muy germinal"

‘Uno, ninguno y cien mil’ es el título de la obra que la artista presenta en el Camarote Madrid y que data de su estancia en Roma hace doce años, donde buscó la inspiración en Luigi Pirandello

Vicente García
16/09/2022
 Actualizado a 16/09/2022
La artista Rocío Cuevas con su madre el pasado miércoles en el Camarote Madrid. | VICENTE GARCÍA
La artista Rocío Cuevas con su madre el pasado miércoles en el Camarote Madrid. | VICENTE GARCÍA
Rocío Cuevas es una artista que se ha dedicado a la ilustración y conocemos sus obras en muestras de esta  disciplina, aunque en este momento presenta un trabajo fotográfico que realizó en su mayor parte en Roma entre los años 2010 y 2011, inspirándose en la novela de Luigi Pirandello ‘Uno, ninguno y cien mil’, y es el título que ha mantenido en su obra expuesta en el Camarote Madrid.

Trae dos elementos diferentes, por un lado, dos fotografías de cuerpos en tamaño medio y por otro, un libro, tipo acordeón, tamaño cuartilla, con retratos de personas, todos ellos realizados en blanco y negro.

El estilo de Rocío se aleja de los cánones de nitidez y ausencia de movimientos de la fotografía comercial. Busca reflejar rostros borrosos y con movimiento producidos por largas exposiciones que cambian el contenido en el propio acto de la exposición fotográfica. El blanco y negro y los contrastes, a veces fuertes, otras de una suavidad extraordinaria, le dan un carácter impersonal y a la vez fugaz que busca la autora en su trabajo para dar al espectador la posibilidad de reinterpretarlos a su gusto y según las sensibilidades de cada uno. «Trabajo con largas exposiciones, contrastes muy agudos entre luces y sombras para que los retratos vayan mutando, se vea movimiento, se vean diferentes tiempos, y hablo de los cambios de las personas en cuanto a la adaptación entre nosotros, de cómo nos vemos y cómo nos pueden percibir los demás», asegura la artista.

Este proyecto había sido presentado en Espacio Vías y nos dice: «Es un proyecto muy germinal, pues era muy joven cuando lo hice. Ahora estoy en otras historias, de hecho, mi madre es florista y estoy muy interesada en trabajar con eso, también desde la fotografía, desde la instalación con el color y la frescura que dan las flores. Lo tengo en casa y está muy bien para trabajar porque no hay mejor ayuda que la de una madre».

Un trabajo de hace tiempo que desde el pasado miércoles y hasta finales de mes se expone en el Camarote Madrid y con nuevas perspectivas de obra innovadora y más madura.
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