El fin principal del proyecto pasa por aprovechar el potencial de las masas forestales del Porma y sus alrededores, de donde obtienen, a través de compras directas y subastas, la materia prima con la que fabricar los pellets para alimentar calderas con diferentes usos. Los administradores de la empresa destacan que esta relación comercial favorece tanto a Biovegamasa, que puede fabricar un producto de calidad, como a las propias juntas vecinales y ayuntamientos, que perciben el 85% de los importes pagados. Además el 15% restante se destina a las labores de limpieza de los montes y mantenimiento de las infraestructuras que la Junta de Castilla y León debe acometer por norma. Una atención que desde Biovegamasa esperan que se vea reforzada en el futuro para beneficiar a todas la partes.
Biovegamasa está avalada por el certificado ENplus A1, para pellet de madera sin tratar químicamente
Mansilla apunta el "importante foco de riqueza" que son los montes "si los cuidas y los atiendes". Este es el camino que actualmente sigue Biovegamasa, que se abastece principalmente del pino de la zona, aunque en el entorno proliferan otras especies de calidad como roble, chopo, abedul o encina. Mansilla apunta la sólida base con la que cuenta Biovegamasa para garantizar su viabilidad puesto que "hay masa forestal suficiente" para explotar de forma sostenible.
Biovegamasa cuenta con una capacidad de producción cercana a las 26.000 toneladas anuales de pellets de calidad para un mercado que va a más. Actualmente cuentan con clientes en buena parte del territorio nacional, dentro de un sector que no deja de crecer. Pese a su juventud, Biovegamasa ya trabaja en la implementación de una nueva marca comercial ‘premium’ con un perfil más específico. Para ello, están avalados por la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom), integrada en Eurofins, y por el certificado europeo ENplus A1, impulsado desde el European Pellet Council (EPC).
En solo un año, el laboratorio internacional Eurofins ha auditado en dos ocasiones la empresa, sin que hasta la fecha haya puesto ni un solo reparo en la evaluación en su exhaustivo examen.
Cada camión y cada saco de están perfectamente identificado desde la corta de madera
La apuesta por la calidad es uno de los principios rectores de Biovegamasa, que descarta las mezcla y que apuesta por madera que dé consistencia al pellet para que el poder calorífico sea el máximo con los mínimos residuos. Los certificados avalan que todos los procesos se realizan correctamente para cumplir los objetivos de diámetro, longitud, densidad, poder calorífico, humedad, finos, cenizas, nitrógeno, sulfuro y cloro.
En cuanto al transporte y la distribución, la trazabilidad es otra de las garantías del proyecto. Los administradores explican que cada camión y cada saco de pellets está perfectamente identificado desde la corta de la madera hasta su puesta a disposición del cliente.
Inversión de 6,5 millones
La inversión para la puesta en marcha de la fábrica y todo lo que la rodea ronda los 6,5 millones de euros, según explican los administradores. El complejo fabril cuenta con unos 4.500 metros cuadrados, adquiridos principalmente al Ayuntamiento, pero también a particulares. La fábrica está formada por tres naves de unos 1.500 metros cuadrados y dotada con una moderna instalación productiva, capaz de fabricar hasta 100 toneladas al día de pellets y con capacidad para crecer.