Reynés sentencia que los costes del carbón "hacen inviable" la generación en las térmicas

El presidente de Naturgy garantiza un desmantelamiento ordenado de la central de La Robla con una salida “pactada” de los trabajadores con jubilaciones anticipadas y recolocaciones

Ical
05/03/2019
 Actualizado a 19/09/2019
El presidente de Naturgy, Francisco Reiynés, durante su comparecencia en rueda de prensa antes de comparecer en la Junta General de Accionistas. | ICAL
El presidente de Naturgy, Francisco Reiynés, durante su comparecencia en rueda de prensa antes de comparecer en la Junta General de Accionistas. | ICAL
El presidente de Naturgy, Francisco Reynés, ha explicado este martes que el futuro del sector de la energía pasa por la progresiva descarbonización y el cierre de las centrales de carbón para cumplir los objetivos de emisiones del Acuerdo de París y de la UE. En este sentido, recalcó que los precios del CO2 y los costes del carbón “hacen inviable esta generación desde el punto de vista de la rentabilidad”.

“La situación hoy tanto de los costes del carbón como de los precios del CO2, que no hacen más que subir, hacen inviables las plantas de generación de carbón”, repitió en declaraciones recogidas por Ical. Asimismo, argumentó su decisión señalando: “Más triste que esté una fábrica parada, es una fábrica que está en marcha y pierde dinero”.

El directivo de la gasista incidió en que la generación de las centrales térmicas no fue “competitiva” el año pasado y el coste del mineral y del CO2 “lastraron el ejercicio”. Cabe recordar que la gasista solicitó al Gobierno, formalmente, el cierre de su central térmica de La Robla (León) el pasado mes de enero, lo que afectará a 80 empleos directos, a los que habría que sumar los de las empresas auxiliares.

En este sentido, adelantó que el desmantelamiento de la central leonesa dependerá de cuando se logren los permisos de la autoridad competente, y a partir de ahí “se llevaría a cabo”. Eso si, garantizó que se producirá ese desmantelamiento dentro de un proceso “ordenado”, con una salida “pactada” de los trabajadores, ubicando a algunos en otros negocios, y a otros, con jubilaciones anticipadas.

Reynés hizo estas reflexiones momentos antes de la celebración este martes en Ifema, en Madrid, de la Junta General, Ordinaria de Accionistas del ejercicio 2018 de Naturgy, la segunda que tiene lugar en la capital tras el traslado de su sede por el 'procès' en Cataluña. El ejecutivo incidió en que su plan estratégico 2018-2020, con el cierre de las térmicas, va “en la misma dirección” que el plan de energía y clima del Gobierno y adelantó que su objetivo es multiplicar por tres su inversión en renovables en 2019 hasta poner en marcha un gigawatio. Reyné insistió en que la descarbonizazión, “el impulso de renovables para mejorar la factura medioambiental del país es algo que todo el mundo quiere”. “Todavía no he escuchado a nadie que no”, resumió.

Perspectivas y Resultados


Francisco Reynés adelantó que los objetivos de la compañía para 2019 pasan por alcanzar un EBITDA de 4.600 millones de euros, con un aumento del 15 por ciento; y por lograr unos beneficios netos de 1.400 millones de euros. Además, las inversiones (CAPEX) ascenderán a 2.000 millones, con un avance del cinco por ciento. La deuda neta ascenderá a 15.200 millones.

Asimismo, expuso que está previsto que el dividendo por acción se sitúe en 1,37 euros, con una subida del 1,37 euros; y también se estima una recompra de acciones por 400 millones de euros. “Esperamos un 2019 bueno, que consolide las bases del plan estratégico”, dijo.

Francisco Reynés vaticinó que el futuro estará marcado por el incremento de las necesidades de energía impulsada por Asia, principalmente China e India. Asimismo, estará determinado por una mayor electrificación, que representará el 75 por ciento del aumento de la energía primaria.

Junto a esto, el gas jugará un "rol fundamental", con los ciclos combinados y el GNL; así como el crecimiento de la generación de renovables, que “será la principal fuente de energía mundial en 2040. En este sentido, precisó que en España, reemplazará ordenadamente a la generación nuclear a partir de 2025. Por último, se refirió a la creciente digitalización, con la modernización de la toda la cadena de valor.

El alto ejecutivo definió 2018, como un “año intenso, de mucho trabajo”, con la presentación del plan estratégico 2018-2022, el diseño de una nueva marca y cambios “sustanciales” en el gobierno corporativo de la compañía. Reynés destacó que el beneficio ordinario de la gasista se incrementó un 57 por ciento, hasta los 1.245 millones. Asimismo, el EBITDA creció un 12 por ciento, con 4.413 millones. La deuda neta de la energética se redujo un diez por ciento, hasta los 13.667 millones de euros, con unos ahorros de 114 millones.

Las inversiones se dispararon un 30 por ciento, con 2.321 millones, dijo, para recalcar que el 70 por ciento se destinó a crecimiento. “La compañía quiere crecer y está invirtiendo para hacerlo”, sentenció”, para aclarar que 2018 cierra con una “sólida evolución de los negocios a nivel ordinario y fortalecimiento del balance”.

En cuanto a la remuneración al accionista, Naturgy asumirá el pago de un dividendo complementario de 0,57 euros por acción, lo que elevará a 1,30 euros el pago por el ejercicio 2018, un 30 por ciento más que en 2017. La compañía destinó 1.500 millones de euros a remunerar al accionista en 2018 a través del incremento del dividendo y el programa de recompra de acciones (400 millones). Esto supone un crecimiento del 50 por ciento con respecto al año anterior.
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