Retrato robot de un afortunado

No sé si se han enterado, pero esta semana una administración de loterías de León ha repartido el tercer premio más grande de la historia de este país por el momento conocido como España. 143.469.842 euros que marean con solo leerlos.

Desde el mismo momento en el que se conoció la noticia, Whatsapp comenzó a echar humo en toda la ciudad y su alfoz intentando descubrir quién ha sido el afortunado que no solo no tendrá que volver a trabajar en su vida, sino que permitirá a su descendencia, familia y amigos disfrutar de una existencia llena de lujos... o lo que es más importante, carente de preocupaciones en cuanto a lo económico se refiere.

No es una tarea fácil, pero sin duda tener dinero sin que nadie sepa que lo tienes es uno de los mayores hitos que puede alcanzar el ser humano. Además, todos tenemos dudas en la vida, situaciones en las que no sabemos qué hacer. Pero absolutamente todos tenemos un plan repasado en centenares de ocasiones con una guía al dedillo de cómo actuar si nos toca la lotería.

«Pues yo seguiría trabajando una temporadita, me iría a un pueblo de Ciudad Real a meter el dinero en el banco y al tiempo me las daría de emprendedor». Los planes más conservadores se contraponen a los más drásticos. «A mí déjame de historias, viaje de 10 días con todos los gastos pagados al mejor hotel de Cancún y después ya veremos».

Una amplia gama de posibilidades y actitudes para adoptar que hacen que sea complicado identificar al nuevo multimillonario. Tenga cuidado, porque puede tenerlo al lado mientras esté leyendo estas líneas, aunque con la suerte que tenemos en esta provincia lo más normal es que en Valladolid o en Madrid alguien recuerde para siempre ese viaje del puente de Diciembre a León que cambió su vida.