04/07/2017
 Actualizado a 13/09/2019
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Acabamos de celebrar 40 años de democracia (incluida discusión familiar Real) cuatro décadas construyendo una sociedad basada en el respeto a los demás, aprobando leyes para que todas y todos seamos iguales independientemente, de la raza, identidad sexual, oforma de pensar. Alavez que la educación como valor ha sido fundamental para que desde la escuela y el entorno familiar el respeto sea la bandera que nos haservido para construir unasociedad máslibre e igualitaria, no hay nada más hermoso cuando alguien expresa su sentimiento en libertad, cuatro décadas que no nos deben de relajar para no repetir episodios pasados y retroceder enderechos ya conseguidos, hay que seguir construyendo desde el ámbito de la educación a favor de los colectivos más desprotegidos y desfavorables.

Que Madrid se convierta en la Capital del mundo para celebrar la World Pride, nos debe de llenar de orgullo por serla ventana y la puerta abierta de unamarcha reivindicativa a favorde los derechosde la LGTBIQ+, ya que ha día de hoy todavía están a años luz de ser una realidad en conseguir la igualdad en todos los estamentos ,realidad que debemos de mirar conextrema preocupación parano volver a cometererrores injustificados y exterminar para siempre conductas violentas y xenófobas hacia lo diverso.

Que todos los partidos políticos, organizaciones sociales… participenunidos en lamarcha reivindicativa,es un síntoma de buena salud que debe de ir acompañada de la aprobación de La Ley de Igualdad de la LGTB,detal manera que para el próximo World Pride sea sólo una celebración festiva de todas y de todos, en la que puedan participar los 4626 habitantes que se han ido de León, en una fiesta llena de colorido, como el Arco Iris como puente de Retorno, con la ilusión de volverlos a ver en nuestra tierra, con trabajo y dedicación para construir un futuro lleno de esperanza y no de despoblación.
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