Repugnamos de ricos

Dice de manera solemne el INE (ojo, el INE, que no es la Asociación de Regantes de la Presa de las Jompederas y las Mejadorias) que en virtud de los datos que tienen, que son todos, somos el cuarto pueblo más rico de la provincia empezando por arriba. Así para que me entendáis, que repugnamos de ricos.

La verdad es que cuando nos dieron la noticia en el sitio donde se hablan estas cosas estadísticas y trascendentes, en elbar, a la hora del café de por la mañana antes de que se nos caliente la quijotera, nos quedamos mirando unos para otros como si no le hubiéramos dado motivos al INE, ojo al INE, para que ande diciendo esas cosas por ahí.

Y no es que no seamos de natural alabanciosos, que a todos nos gusta que nos digan lo lucido que tenemos algocho en la cubil, pero que fuéramos de los que más repugnamos de ricos pues no habíamos caído en la cuenta, pero si lo dice en INE.

El caso es que nada más que supimos que éramos elite económica empezamos a tratar a Botín hija de tú, como si hubiera nacido allí para El Cantón, junto al transformador de la luz, que en la distribución de la riqueza por barrios es donde aparece más colorao el mapa. Y cuando entró el viajante de los Huesitos ya empezamos a maliciar si no sería del concesionario de alguna casa de coches de lujo, no BMWs ni pijadinas de poca índole, haigas de verdad.

Pero claro,cuando se te pasa el calentón capitalista das en razonar y ya caímos en que el INE o toda su puta raza son de los que andan todo el día sacando la media y esas mandangas.

Total, que lo que debe pasar es lo que ocurría en la Diana de Genicera cuando todavía vivía Miguelín el Mejicano, que medio barrio de San Mamés era suyo y tenía perras a mayores en la Caja de Ahorros. Pues cuando llegaba la Diana allí Vitalino siempre se ponía al lado de Miguelín el millonario y me decía: «Haznos una foto a don Miguel y a mí,que por parejas somos los más ricos de la contorna».

Ahí debe estar la quisicosa, ahora lo que tengo que averiguar es con quién hago pareja para lo del INE, a ver si quiere repartir algo, que malicio que no.