Repetir curso

Se acerca el final del curso escolar, aquellos alumnos que no han aprovechado el tiempo, los que no se han esforzado lo suficiente suspenderán, quizás incluso tengan que repetir curso, según evalúen los profesores.

En política también toca aplicarse el cuento. Como dice el refrán: «que, si quieres arroz Catalina», o «vuelve la burra al trigo». Esta legislatura, la más corta de la historia de la democracia ha finalizado con un suspenso mayúsculo para todos los partidos, y como no para sus líderes también. Unos suspenden con insuficiente y otros con muy deficiente. Aquí evaluamos los ciudadanos y a juzgar por la opinión generalizada el malestar es monumental, todos tenemos la impresión de que se nos ha tomado el pelo.

Tan difícil es de entender que siempre hay que buscar los puntos y propuestas que unen o son comunes a los intereses de la mayoría de los mortales. Eso de las líneas rojas es un cuento chino para buscar la excusa de no llegar a acuerdos, buscando tan solo los intereses personales y partidistas. Los problemas comunes a todos los ciudadanos de este país son el paro, la reforma laboral, los despidos, los salarios precarios, los contratos a media jornada, el deterioro de la sanidad, de la enseñanza, la corrupción, los paraísos fiscales, el que solo paguen impuestos los que tienen una nómina, y tantos problemas más, eso lo entiende cualquier mediocre excepto estos pésimos alumnos aprendices de políticos.

No podemos seguir el ejemplo de lo que ya ha sucedido en Italia e incluso en Grecia, que ha tenido que nombrarse presidente incluso a un independiente de consenso, la gente vota para algo no para que se le ningunee. Incluso podemos llegar a afirmar que sería conveniente cambiar la ley electoral y que haya una segunda vuelta donde se pueda asegurar que alguien tenga que gobernar. Que le vamos a hacer vamos a repetir elecciones, gastar más dinero en campaña electoral, para que nos vendan otra bici sin pedal, repitamos curso que el tiempo lo da Dios de balde.