Esto suponía el abandono definitivo de combustibles como el carbón y el estímulo de la utilización de energías renovables y respetuosas del medio ambiente como la solar o la eólica.
En el proceso de alcanzar este objetivo, el cierre de la industria minera ha sido una de las iniciativas más contundentes como en el caso de León. El desmantelamiento de esta industria no se ha llevado a cabo sin plantear importantes problemáticas colaterales como el despoblamiento de la zona, donde la actividad era responsable de un importante porcentaje del Producto Interno Bruto y para la cual no se establecieron soluciones compensatorias.
En el contexto de la crisis sanitaria, los afectados por el cierre de la industria minera no llegaron a percibir de inmediato los efectos de la ayuda para reactivar la economía, pero ya son más de mil los proyectos que se vienen realizando para estimular a estas regiones a través de los fondos destinados a los planes de recuperación del Gobierno con propuestas de producción de energía renovable, constituyendo una nueva oportunidad de crear una industria alternativa para conquistar tanto a los jóvenes como a la inmigración.
La reactivación: el caso de Castilla y León
Desde el 2021 uno de los sectores que más ha aportado a la reactivación económica en la comunidad autónoma de Castilla y León ha sido la industria de la construcción, tanto en su papel impulsor de empleo como en el estímulo de empresas afines.
Si bien el cierre de la industria minera impactó fuertemente la región, un crecimiento de un 10% de las contrataciones fue percibido en la región por el Observatorio Industrial de la Construcción para el año pasado, consecuencia directa del aumento del 51,2% de los visados de obra nueva y un 81,1% de la licitación de obra pública, siendo León la que encabezaba la lista de las provincias con mayor volumen de licitación, con unos 148 millones de euros. En la distribución regionalizada, Castilla y León supuso un 6 por ciento del volumen licitado en todo el país.
A nivel nacional y a pesar de la incertidumbre, el Gobierno ha elevado para el 2023 la inversión prevista en construcción del 3,8% en 2022 al 8,4% para el próximo año con 14.521 millones destinados a la obra pública, gracias al impulso de los fondos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia de la Unión Europea y a la actividad licitadora y adjudicadora que suele multiplicarse en periodos electorales.
Como en el resto del país, la inversión en carreteras, aeropuertos, los ferrocarriles, las telecomunicaciones, la electricidad y los sistemas de agua, así como los servicios públicos en general junto con una creciente urbanización, son factores fundamentales que promueven la actividad económica de León, generando una mayor demanda de materias primas, de productos manufacturados y de mano de obra.
Crecimiento en sectores afines
La construcción sigue siendo uno de los pilares fundamentales que sostienen la actividad económica más allá del efecto de la fluctuante inflación que venimos percibiendo y que tiene un impacto profundo en el coste de las obras. Aunque se haya registrado un encarecimiento del sector de cerca del 33%, el avance de la obra pública no solo refuerza las reservas pero también estimulan el sector de obras privadas que constituyen un motor pujante para la industria.
Este crecimiento que impulsa el sector de la construcción se expande, sin dudas, a los sectores afines generando cada vez más puestos de trabajo con el aumento de la demanda de contratación de personal cualificado.
También se percibe un incremento en las transacciones del sector de alquiler de maquinaria de obra e industrial, especialmente, por la dinamicidad de sus usos, de dispositivos de elevación para vehículos, como es el caso de los camiones con plataforma elevadora integrada o similares.
Las dinámicas que propone la economía circular y las innovaciones tecnológicas que apuntan a la sustentabilidad participan activamente de la reactivación económica, generando alternativas a las industrias que deben ser eliminadas, como la minera, para poder dar paso a nuevas formas de crecimiento más coherentes con las urgencias medioambientales que estamos atravesando