Reparto de culpas

El cruce de acusaciones entre los diferentes partidos políticos viene siendo el denominador común de los últimos tiempos en todo lo que tiene que ver con la minería. Viene siendo el denominador común y, también, se puede considerar uno de los principales motivos por los que la minería está ya prácticamente muerta, aunque ahora unos se quieran responsabilizar a otros de ser los autores materiales de la defunción. Ayer los sindicatos salieron completamente decepcionados de la reunión que mantuvieron con los responsables del gobierno, a los que vieron mucho más claras sus intenciones de terminar con la actividad minera este mismo año, una fecha ya anunciada pero ante la que existía la esperanza de que la Unión Europea se mostrara flexible. Desde la Junta, se responsabiliza de esta situación al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y al actual, mientras que en su opinión los gobiernos de Mariano Rajoy han trabajado durante ocho años «para que no se cierren las minas ni las térmicas», ayudados por «un trabajo muy serio» de la Junta de Castilla y León. Cierto es que la defensa de la minería ha sido siempre un frente en el que el gobierno de Herrera se ha mostrado especialmente belicoso, en más de una ocasión ante su propio partido, conscientes de la importancia que tiene en las elecciones. Lo que ahora toca es exigir al gobierno de Pedro Sánchez, dando por muerta la minería, que cumple con los planes de desarrollo alternativo para las cuencas.