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Reglamento electrotécnico

15/11/2021
 Actualizado a 15/11/2021
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El Reglamento Electrotécnico para Baja Tensión e ITC es una lectura muy recomendable para cualquier persona, cualquiera que sean sus gustos. Recomiendo la edición actualizada a 9 de agosto de 2021, que está publicada. A través de sus electrizantes capítulos —sí, lo he escrito, y vienen más— podrá el lector descubrirsecretos nada corrientes —ahí va otra— de las tripas de su casa, ya tenga tabiques de ladrillo cocido o de cartón yeso. Reconozco que es difícil quedarse enganchado —no me canso— a la lectura de este manualcapaz de arrojar luz —es la última, lo prometo— sobre la instalación más fundamental de la vivienda en el mundo contemporáneo.

No se crean que la recomendación anterior es un mero recurso de opinador para los cuatro chistes que les he endosado. Yo he leído parte, con aclaraciones de profesionales que lo dominan y le hacen comprender sabiamente a uno que una manguera de tres hilos de 2,5 de milímetros de sección para un enchufe, si es de las blancas, no puede ir fijada a la pared, sino que debe ir por dentro de una canaleta o un macarrón empotrado en la pared,en cuyo caso es mejor que sean tres hilos separados y no embutidos en la manguera. Eso, entre otras muchas especificaciones técnicas para cuestiones que los no iniciados pueden considerar baladíes y que, sin embargo, los pueden dejar temblando la noche que se levantan descalzos a calentar leche en el microondas. Lo he leído, me lo han explicado, y por ellome parece ciencia ficción —a veces también publicada en el BOE, como el reglamento que nos ocupa— que el cable de alimentación de una antena de telefonía móvil en Picos de Europa, alta montaña, atraviese escobas, esté atado a robles, empalmado con cinta aislante sobre la hierba y, en definitiva, tirado por el monte más o menos como cayó cuando lo lanzaron ladera abajo. Es decir, si quiere cambiar la potencia o similar, puede que le hagan hacer obra por un enchufe cinco centímetros más bajo de lo reglamentario, pero parece que las normas cambian a 2.000 metros de altitud. O que nadie las vigila.
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