Cuando alguien cercano regresa de vacaciones siempre esperas que te traiga algo de aquellos lugares donde las disfrutó. Cuando Correos no se dedicaba a llevar las cartas de los bancos y los envíos postales de los partidos políticos antes de las elecciones –imagino que estarán reforzando plantilla– se solucionaba lo vacacional con aquellas postales de mares exóticos, que lo eran todos menos la Escalerona de la playa de Gijón, y unas letras explicando lo bello que es el mundo por debajo de Izagre y por encima de Busdongo. Para los del turismo cultural primaba aquellas otras fotos del Partenón que, como diría Gila, estaba todo viejo y caído, pero claro cuando te decían que lo habían levantado Calícrates y Fidias en honor de la Diosa Atenea después de derrotar a Poseidón no podía la buena madre por menos que exclamar: «¡Cuánto viaja mi niña, cuánto aprende y cuánto nos enseña».
El mundo era así pero llegó el teléfono móvil con cámara, el ‘wasap’ y Correos sólo se dedica a traernos amenazas del banco y todo cambió.
Pero aquí, en este portón de salida del periódico, somos unos clásicos y Mauri os trae de regalo esta foto llena de realismo real y realismo mágico, de dos manos donde solo hay una, de históricos edificios como telón de fondo que debes jugar a desvelar su verdadera identidad, su historia y hasta quién maneja los platillos y qué fiesta o romería va a honrar con su presencia y dulces sonidos. Si mientras lo discutes llega a su final Gran Hermano VIPsin necesidad de que lo veas el regalo de Mauri multiplica su valor por cien.
Yo, la verdad, no os he podido traer gran cosa; piruleé la provincia de corro en corro pero sí me dio para vosotros Tasio ‘El Gato’ una conseja.«Ahora marchan para Tanganica y no conocen Taranilla». Cosas suyas.
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