26/06/2015
 Actualizado a 17/09/2019
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En la actualidad la Comisión Europea está analizando la eficacia de la mayoría de las normativas europeas y entre ellas las directivas sobre protección de la naturaleza con el objetivo de modificar aquellas menos eficaces y eficientes. Las dos Directivas europeas más importantes desde el punto de vista de la conservación: La Directiva 79/409/CEE relativa a la conservación de las aves silvestres y la Directiva 92/43/CEE, relativa a la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora silvestres pueden ser modificadas. Ambas establecen la obligación de designar una serie de zonas que constituirán la denominada Red Natura 2000 una verdadera ‘Red para la Vida’ que ha permitido la protección tanto de hábitats sensibles y como de amenazados taxones.

La Red Natura 2000 incluye 27.000 zonas protegidas con un alto grado de biodiversidad de la Unión Europea y abarca aproximadamente el 18% de su territorio. Estudios científicos demuestran que la protección de estas zonas ha sido esencial para la recuperación de algunas de las especies más amenazadas de Europa. Por ejemplo, en la comarca del Bierzo existen 10 espacios dentro de la RN2000 lo que supone una superficie de entorno al 30 % del total de la comarca. Como afirma WWF-España: «Durante más de 30 años han protegido paisajes tan emblemáticos como Doñana, el Delta del Ebro, Monfragüe o las Tablas de Daimiel. Las directivas son esenciales para la protección de especies grandes y pequeñas, desde el lince a la golondrina».

La vida silvestre y los espacios protegidos más valiosos de nuestro continente dependen de esa protección legal. Probablemente una modificación de estas directivas, en un contexto de crisis económica y social terminen debilitándolas y arruinando años de avances en la conservación. Sin embargo la RN2000 además de conservar la biodiversidad debería suponer una oportunidad de desarrollo para amplios colectivo sociales. Lejos de abandonar estos logros será necesario seguir avanzando en su desarrollo. Este ha sido el año en el que el gobierno regional ha aprobadoel ‘Plan Director para la implantación y gestión de la Red Natura 2000 en Castilla y León’ que, a pesar de sus deficiencias, establece criterios y prioridades de actuación para su implantación y gestión e intenta dar solución al conjunto de requerimientos legales, técnicos, administrativos y socioeconómicos que plantea la gestión de la Red Natura 2000. Ha llegado el momento de decir a la Comisión Europea que es necesario seguir apostando por esta inmensa ‘Red para la Vida’.
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