"Recorrí medio mundo en plataformas petrolíferas y acabé en nuestras canteras"

A Lomba, su pueblo, ha regresado Félix después de años trabajando en plataformas petrolíferas de medio mundo y unos años en las canteras de su Cabrera natal; ahora, de todo lo vivido hace escultura e historia

Fulgencio Fernández
20/11/2022
 Actualizado a 20/11/2022
Aunque muchos pregunten que si es un fraile... no lo es, significa otra cosa. Nada es lo que parece en el museo de Lomba. | JESÚS F. SALVADORES
Aunque muchos pregunten que si es un fraile... no lo es, significa otra cosa. Nada es lo que parece en el museo de Lomba. | JESÚS F. SALVADORES
Si atraviesas por la poco transitada carretera que lleva de La Baña a Sigüeya, al cruzar Lomba vas a frenar, seguro, pues te vas a dar de frente con lo que su creador ha llamado Museo de Paso. Las piezas te van a llamar la atención, a ambos lados, pero aún más los carteles que te reciben y despiden: «Ellos ya están aquí», reza uno a palo seco; «aquí no hay hospital», se lee en el otro, al lado de una escultura de una destrozada bicicleta. Aparecerá Félix López Rodera, su creador, y te encontrarás ante un personajes también de museo, singular, socarrón, cabreirés, filósofo independiente...

- ¿Quiénes son ellos, los de ‘Ellos ya están aquí’?
Sonríe. Musita nuevamente «ellos» y señala algunas de las piezas que se pueden ver su museo de paso: un dragón mítico con alas, un hombre híbrido, un nativo con arco y flechas,los tres elementos y el vacío, una palmera galáctica, una hormiga nevera, Rómulo y Remo, un faraón, un ángel femenino, las tres pirámides de la energía y Sancho Panza cerca de Don Quijote pero también cerca de un inquietante Alien y su nave...

- ¿Estos son ellos?
- ¿Y porqué no?

Siempre deja en el aire más preguntas que respuestas.

- ¿Y el cartel de aquí no hay hospital es una protesta por la mala asistencia sanitaria?
Vuelve a reír antes de sorprender con la explicación. «Al lado del cartel está la escultura del ciclista accidentado, justo en mitad de esta gran cuesta. Es un aviso, si caen, que suele ocurrir, aquí no hay hospital».

«Ellos ya están aquí» dice un de los carteles del Museo de Paso y cuando le preguntas quiénes son ellos conríe y mira para piezas como  las tres pirámides o un Alién y su nave, «ellos»La socarronería es otra arma de Félix López Rodera que sí reconoce que hay una pieza que no tiene doble sentido ni necesita explicación. Es una reproducción —de gran fidelidad, como todo lo que hace— de una plataforma petrolífera. «Este ha sido mi trabajo durante años, muchos años, en las plataformas petrolíferas de mares de los países más diversos, trabajando para las grandes multinacionales del petróleo, las más conocidas, pues un trabajo en el que los profesionales estamos muy solicitados. Es duro, pero ahí estuve».

Y después de muchos años en ellas regresó a su Cabrera, a Lomba, construyó su propia casa, de la que está muy orgulloso y los últimos años de vida laboral los pasó en las canteras de su comarca. También hay un recuerdo de aquel tiempo en sus esculturas pues muchas de ellas están hechas sobre los grandes discos que utilizaban para cortar la pizarra y que ya no se pueden reutilizar después de que se gastan. Bueno, sí, se pueden hacer arte y filosofía, como hace Félix, que nos acompaña hasta el taller en el que ha hecho todas las piezas del Museo de Paso. «Ya había hecho muchas cosas, como los arcos del merendero, pero con la pandemia y todo el encierro, me metí a trabajar con piezas que tenía por ahí olvidadas y con chatarra y les fui arrancando obras, inspiradas en muchas cosas que conocí en mi ajetreada vida, otras sobre las que he leído, otras que pienso yo...

Nos recuerda que se hizo su propia casa, se queda mirando nuevamente hacia las piezas, esboza una explicación y mira a ver qué dices. Sonríe y te despide con un «cuidado, que aquí no hay hospital».

- ¿Y el museo de paso?
- Cuando pases ya lo ves.

Pero si no te lo explica... pierde.
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