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Reconcentración

17/02/2020
 Actualizado a 17/02/2020
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Las concentraciones parcelarias han sido siempre una fuente de importantes disputas entre quienes las han tenido que acometer, aun cuando todos estaban de acuerdo en que eran necesarias para beneficio de los propios y del común. Un tira y afloja que muchas veces acababa con soluciones que no eran las más idóneas, pero sí las menos polémicas. En otros casos, las soluciones no eran ni siquiera las menos polémicas.

Me vinieron ayer estas cuestiones a la cabeza al ver los 52 tractores –ojo, muy variado el convoy, tanto en modelos como en procedencia– desfilando por las calles de León. Se me ocurrió que viendo la impactante imagen de la caravana agrícola por la calle principal de la capital mejor sería reconcentrarla que semipeatonalizarla. Se me dispara la imaginación pensando en la cosechadora que avanza lenta y escandalosamente mientras salen disparadas hacia las bocacalles las jabalinas con sus rayones, espantando a la concurrencia de las terrazas. Puestos a fantasear, sería impresionante ver el Kubota empacando expedientes y expedientes para que luego se puedan apilar diligentemente y cubrirse bajo una lona para que acaben pudriéndose en una era de Renueva.

Son quimeras que ayudan a sobrellevar la realidad, el fondo de la cuestión, que no es otro que el hartazgo de los miles que ayer salieron a la calle en León para pedir una nueva repartición, que se modifique el mapa económico para que todos podamos acceder a los recursos en igualdad de condiciones, sin quedar aislados.

Como en las concentraciones parcelarias de muchas comarcas que mencionaba al principio, también en ésta habrá tiras y aflojas. A lo mejor, como ya hicieron no hace tanto los vecinos de la Valduerna, los tractores también tienen que ir a pitar a Valladolid, o a Madrid. Y se me escapa de nuevo la imaginación, viendo por el retrovisor el esparcidor bien cargado...
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