Ramos Gordón tiene tres denuncias formales de casos diferentes, según Menéndez

No se contemplan resarcimientos económicos porque "no hay sentencia canónica o civil que lo avale"

P. Ferrero
18/09/2018
 Actualizado a 18/09/2019
El obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, durante la rueda de prensa de este lunes en la ciudad maragata. | P.F.
El obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, durante la rueda de prensa de este lunes en la ciudad maragata. | P.F.
El obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, durante su comparecencia ante los medios este lunes en Astorga, aludió a que, hasta esclarecerse y cerrarse la investigación, el párroco José Manuel Ramos Gordón ya se encontraba cumpliendo una pena, impuesta también por la Congregación, por otra denuncia que salió a la luz el pasado mes de enero de 2017, que acusaba al sacerdote de este mismo delito cuando ejercía como profesor en el Seminario Menor de La Bañeza, a finales de los 80. En esta ocasión fue apartado de sus labores pastorales durante un año, habiendo sido trasladado al Centro Sacerdotal de Astorga, donde se encargaba de realizar labores asistenciales para los sacerdotes ancianos. En esta ocasión, el acusado reconoció los hechos y pidió perdón. La diferencia en la dureza de la pena se debe, según remarcó el obispo, a la «reincidencia» del delito y a que el caso de Puebla «está más claro».

En total, el prelado asturicense reconoce un total de tres denuncias a este sacerdote nacido en la Ribera del Órbigo, una del caso por el que se le ha condenado recientemente y otras dos, una de ellas de una persona ya fallecida, del proceso anterior. «No se han presentado más denuncias formalmente», remarcó Menéndez.

No se contemplan resarcimientos económicos porque "no hay sentencia canónica o civil que lo avale"En lo que respecta a las reparaciones económicas, Menéndez señaló que no tendrán lugar. «Yo quiero ayudar a las víctimas y estoy con ellas, pero me piden –en concreto una de las víctimas– dos cosas que no puedo hacer; una es que reabra el caso y la petición de resarcir la pena con 300.000 euros. No puedo hacerlo porque no tengo una sentencia canónica o civil que lo avale. En los procesos canónicos no se reconocen estos resarcimientos económicos, aunque algunas veces, pocas, se han hecho, con poca cantidad y la mayoría destinado a asociaciones que promueven la protección de los niños».

Otros casos abiertos


El obispo de Astorga también hizo referencia, a petición de los medios de comunicación presentes, a otros casos abiertos de supuestos abusos a menores. No obstante, estos aún están «bajo tutela judicial» o «secreto pontificio», por lo que Menéndez no pudo ser más concreto en sus declaraciones al no tener respuesta aún de la Santa Sede. A pesar de ello, aseguró que «en cuanto tenga la información la facilitaré».

El obispo también hizo referencia al nuevo caso de supuestos abusos a menores por parte de un párroco, que en esta ocasión ha salpicado a la Diócesis de León, ya que los hechos se ubican en Carrizo de la Ribera. El prelado subscribió las palabras del obispo leonés aludiendo a la «presunción de inocencia». Sin embargo, reconoció que se trata de una «muy mala noticia; para mí esto es un dolor grandísimo». Asimismo, hizo extensivas las palabras del Papa Francisco catalogando estos hechos de «vergonzosos». También ratificó su decisión de luchar contra estos delitos por todos los medios legítimos». La carta del Pontífice que el Papa relató, haciendo suyas estas palabras, refieren a que «mirando al pasado nunca será suficiente lo que se haga para pedir perdón y buscar reparar el daño causado. Mirando al futuro nunca será poco todo lo que se haga para evitar que estas situaciones no solo se repitan sino que no encuentren espacios para ser encubiertas y perpetuarse».

Menéndez concluyó su intervención pidiendo a los fieles, sacerdotes... que acompañen el dolor de las víctimas con la oración y penitencia y pidan una verdadera conversión para el sacerdote. A la sociedad «reclamo que haga todo lo posible porque, en adelante, se garantice y proteja la integridad de los niños y adultos en estado de vulnerabilidad, así como la implementación de la tolerancia cero a la que repetidas veces alude el Papa Francisco».
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