26/04/2023
 Actualizado a 26/04/2023
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Aquellos que atentos indagaban el cielo el pasado viernes vieron a aparecer de nuevo la luna que ponía fin al ayuno e inauguraba el festival Eid al-Fitr. Terminaba el Ramadán, noveno mes del calendario islámico, mes sagrado para los creyentes de esta fe. Durante el Ramadán millones de musulmanes conmemoran la aparición del Arcángel Gabriel al Profeta Mahoma ayunando desde el amanecer, ‘fajr’, a la puesta de sol, ‘maghrib’. Tiempo de abstinencia y reflexión, de mirarse a uno dentro.

No sé qué luna lucirá en el firmamento el próximo 28 de mayo, pero queda poco más de un mes. El 28 de mayo tocan elecciones autonómicas y municipales. Hasta el poco más me parece demasiado, me sobra, me deprime. Un mes y poco de campaña electoral. Durante poco más de un mes los políticos y candidatos saldrán de sus despachos, visitarán colegios, hospitales, fábricas y parque naturales. Políticos y candidatos estrechando manos, besando a niños inocentes, prometiendo, mintiendo, insultándose los unos a los otros, comprando los aplausos, pagando autobuses para llenar estadios, ondeando sus banderas, las de ellos, contándonos todo lo bueno que van a hacer por nosotros y metiéndonos miedo con todo lo malo que los otros nos harán.

Un mes y poco con sus jetas en todos los telediarios, demacrando las portadas de periódicos con titulares mentirosos que legiones de asesores fabrican para ellos y que son más burdos que las pitadas en tapias y persianas de comercios, más gamberros. Poco más de un mes de mesías que anuncian su próxima llegada en las farolas y de profetas falsos.

Hasta ese poco más me parece demasiado, excesivo, insoportable, el mes entero un castigo peor que las penas del infierno. A quién pretenden engañar a estas alturas. Las elecciones son un juego entre ellos, partida de tahúres, que juegan con nosotros, simples peones, fichas de parchís que cuentan y comen.

No está en mi mano taparles la boca, pero sí cerrarles de un portazo mis oídos. Me propongo hacer mi ramadán particular. Durante este poco más de un mes que queda hasta el 28 de mayo haré ayuno de debates y mítines, abstinencia de cada mensaje que salga de sus bocas, del amanecer a la puesta de sol evitaré tener conocimiento de noticias y de noche dormiré sin que me turben el sueño sus mentiras.

Y la semana que viene, hablaremos de León.
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