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Quién toca la pandereta

09/10/2020
 Actualizado a 09/10/2020
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Hoy cumplimos el tercer día de confinamiento perimetral de León y San Andrés y queda claro que las cifras en nuestra provincia no son buenas. Hace un par de días se notificaron 5 fallecidos por la covid, ayer se notificaron otros 4 y hoy mismo se informa de que en el día de ayer se contabilizaron 3 muertos. Algo está pasando en nuestra provincia que parece que la pandemia se está cebando junto con Madrid y alguna otra localidad. La única explicación que se me ocurre es que tanto León como Orense, la última en confinarse, están dentro de las 4 provincias con la media de edad más alta.

Sin embargo, ni una pandemia impide que los españoles practiquemos nuestro deporte favorito que es matarnos a garrotazos como plasmó Goya en una de sus ‘pinturas negras’ hace ya 200 años, nada menos. Seguimos igual.

Por un lado, tenemos al Gobierno gestionando una pandemia no con criterios sanitarios, ni con criterios económicos, sino buscando únicamente el interés político y el desgaste de la oposición, con ministerios carentes de contenido, pero con el BOE en la mano. Por otro lado, tenemos unas autonomías que en momentos de estrés como el que atravesamos, demuestran que ciertas competencias les quedan grandes, lo que demuestra que la cesión estatal en sanidad, educación y en algún caso, la justicia, nos está dando más disgustos que alegrías.

Un buen amigo mío que acaba de llegar de pasar unos días por Méjico y me cuenta que, a pesar de la percepción prepotente que la gente pueda tener de los mejicanos en España, ha visto mucho más control y medidas tanto por parte de los establecimientos como por la parte de la responsabilidad de los ciudadanos.

En España sin embargo la politización de la pandemia, unida a la falta de criterio de los responsables sanitarios (recuerden a Fernando Simón diciendo que en España habría uno o dos contagios), están provocando en el ciudadano profundos sentimientos de hastío, desesperanza, insolidaridad y falta de responsabilidad. La gente dice, no sin razón, que si nuestros dirigentes son los primeros en parecer que no les importa la pandemia, a nosotros, menos.

Ayer dimos una nueva vuelta de tuerca a ese desconcierto, tras conocer que el Tribunal Superior de Justicia de Madrid declaró nulo el confinamiento de los madrileños decretado por el Gobierno central, volviendo no a la libre circulación de personas, sino a los confinamientos por barrios y distritos decretados por la Comunidad de Madrid, mientras el Gobierno anuncia que va a recurrir la decisión de la justicia o que incluso puede decretar un estado de alarma parcial. Todo «muy sensato».

No me quiero imaginar lo que puede pensar un alemán bávaro vestido con su tradicional lederhosen, bebiendo cerveza y comiendo salchichas cuando vea que en España una comunidad decreta una cosa, el Gobierno central otra, la justicia otra distinta, aunque recurrible, mientras los españoles seguimos utilizando las mascarillas como complemento. Sin duda pensarán ¿quién toca la pandereta?
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