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¿Quién la tiene más grande?

09/02/2020
 Actualizado a 09/02/2020
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La presentación del libro ‘Manual para defenderse de una feminazi’ de Cristina Seguí ha causado revuelo en León a lo largo de esta semana y el debate ha llegado tanto a las calles como a los medios de comunicación de la capital. ¿Es correcto el boicot a la presentación? ¿Es un atentado contra la libertad de expresión de la autora? ¿Podemos hablar de censura en este caso?

Personalmente, considero que no existe problema alguno respecto a las decisiones individuales sobre la lectura de ese libro, es decir, creo que nadie está censurándolo ni impidiendo su lectura por parte de los demás, pese a que haya quienes han decidido enfocar la problemática desde este punto. Respecto a si se está coartando o no la libertad de la autora, habría que tener muchos más aspectos en cuenta. Si atendemos al artículo 20 de la Constitución, todos tenemos derecho a la libertad de expresión y, por tanto, la presentación del libro no se debería boicotear. Pero es un libro que daña, a conciencia y con ignorancia, al colectivo feminista al denominarlas ‘feminazis’ de las que hay que protegerse, entre muchos más aspectos.

Según la autora, que no duda en hacer gala del uso de términos vascos que, en numerosas ocasiones y de forma sencilla, tienden a vincularse con el terrorismo, el feminismo actual es la «kale borroka del comunismo», aunque se parezcan como un huevo a una castaña. Pero ya sabemos todos que, en este país, todo se basa en demostrar quién la tiene más grande. La boca, para soltar todo tipo de burradas por ella, obviamente. Hablar de feministas como ‘feminazis’ es ser un ignorante sobre feminismo, blanquear el régimen nazi o ambas a la vez, lo que es aún más grave.

Feminismo es la lucha por la liberación y posterior empoderamiento de las mujeres, no es totalitarismo, ni odio a los hombres, ni checas sociales ni nada por el estilo. Y si Cristina Seguí puede reunir todas estas falsas actitudes e ideas en un libro y en sus discursos es porque, previamente, hubo feministas que lucharon para que las mujeres tuviéramos voz, aunque, por desgracia, haya quien la utilice como medio para abrir la boca y que todos comprobemos lo grande que la tiene.
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