Quien fue a Sevilla

21/11/2019
 Actualizado a 21/11/2019
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Quien fue a Sevilla, perdió su silla» versa el dicho y que a día de hoy se palpa constantemente en cualquier ámbito. Así es señores, o te espabilas un poco o te quedas fuera, pero, ¿a qué precio?. Vamos que cada día hay más ‘pagafantas’ o cualquier término que quiera usar usted, pero al fin y al cabo, lo que conocemos todos como ‘trepas’. Estos mismos que parecen carecer de escrúpulos y no tienen el menor remordimiento en hacer cualquier cosa en pro de conseguir sus objetivos. Fiarse, fiarse, lo que se dice, pues no, llegamos a un punto en el que la desconfianza es la base de la supervivencia, toda una pena llegar a esta situación en la que vigilancia de tus propias espaldas, vamos que ni de mi propia sombra. «Que alegría, que alboroto, otro perrito piloto» y viva esta feria que hemos montado entre todos y a ver quién tiene el mejor boleto, como siempre si es el ganador, mejor. «Arriquitaun, taun, taun», si nos quitan la alegría ya nos dejan sin nada. Esto no quita que nos levantemos todos los días y recemos cada uno a quien queramos para pedirle tener un día positivo y afrontar todo con otro talante, por que en las calles cada día se ven cada vez más zombies, gente que ha perdido la energía y ya solo se mueve por inercia, sin más, cabizbajos y caras muy largas. Una lástima todo. Y en todo, déjenme que torne esta columna para decirles de nuevo que la política en España no deja de sorprenderme. Albert Rivera en un acto de hipocresía deja la política diciendo sobre su partido que es una pena que los votantes hayan perdido la ocasión de tener un dirigente de centro parece que se la ha olvidado el giro que hizo hacia la derecha y que por supuesto le salió más que mal. Claro, ahora viene a dar una lección a los demás dimitiendo creyendo que el resto va hacer lo mismo que el. Si es que esto es todo un show. Y que me dicen de la noticia de la concursante de Gran Hermano, después de tener que sufrir un abuso por parte de un concursante, la encierran en una habitación sin dejarla salir para obligarla a ver un vídeo que no quería ver y para colmo de los colmos, la dirección intentando salir airosa de la situación, vamos, más ‘trepas’, ‘pagafantas’ y otros adjetivos que prefiero no poner porque esto ya se sale de madre, cualquier cosa vale por conseguir objetivos muy poco honorables. Ahora díganme ustedes donde se encuentra la ética y moralidad que se supone que debemos tener para conseguir una buena convivencia con nuestros semejantes. Vamos, «quien fue a Sevilla».
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