Queso Castellano

Seguí en directo por el circuito cerrado de televisión la comparecencia en las Cortes del consejero de Agricultura y Ganadería, Gerardo Dueñas, presentando su programa de actuaciones para la legislatura. Desperté del sopor que me estaba dando cuando a la pregunta de un procurador leonesista, y hablando de la promoción de los alimentos de calidad, llegó a decir que el queso se vendía mejor con el apelativo de castellano. Falta de tablas políticas, cierta improvisación, y un cierto desconocimiento de muchas cosas propio de una persona que llega de un mundo concreto de la empresa privada, aunque sea relacionada con lo agrario y su formación sea agraria. Se podía haber despachado diciendo simple y llanamente que la figura de Queso Castellano nada tiene que ver con las administraciones públicas, salvo que sea para dar apoyo, pues la iniciativa de esta indicación geográfica protegida es de una asociación de industrias lácteas, propietaria de la marca, y de la participación de un determinado número de empresas lácteas entre las que están las cuantitativamente más relevantes de León. No lo hizo así y se metió en un jardín, como se hubiera metido igualmente si se hubiera esforzado en explicar bien la ventaja de llamarse castellano con respecto a la ventaja de llamarse leonés o ambos a la vez. Conozco cómo se ha fraguado todo el proceso de diferenciación de este producto desde su inicio, y hasta de las dificultades que han tenido en las relaciones entre los propios promotores y de estos con las administraciones públicas. Conviene aclarar que es para queso de oveja, y solo de oveja, lo que ya cierra puertas a otros quesos exquisitos, pero noamparados por esta figura, como es el de Valdeón, que tanto nos gusta citar por aquí. Y hasta donde yo conozco, el interés de la denominación de Castellano, tiene algo que ver con el hecho de que el queso español más valorado en el mundo es el Castellano Manchego, por lo que una parte de la promoción puede que ya esté hecha. Vamos, que el consejero se explicó mal, y se le entendió peor. Primer sinsabor de su mandato.