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Querencia a Sintrom

28/07/2019
 Actualizado a 17/09/2019
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Advertencia consecuente a la condición de columna correspondiente a las fiestas de San Santiago (¿o es San Tiago?, tengo que mirarlo pero no estoy como para levantarme a ver el diccionario Pan Argollano (de Los Argüellos) de dudas y dice la advertencia, tal vez quede parte de la columna en blanco, la parte final, porque igual el cuerpo no me da para más, me hubiera dado para más si el cupo que se me asignó de cubalibres para ayer hubiera dado para menos. Pero el Concejo es el Concejo y hay que obedecer, cosa consuetudinaria es.

Decía más al principio que de no llegar al final el blanco queda por el final, no me vaya a ocurrir como a mi pariente Gerente, que le encargaron la viga cimera del tejado y cuando la fue a colocar no llegaba de lado a lado y desolado comentó: «No es que sea corta, es que es corta por las dos puntas». Pues la columna por el principio no queda corta, que ya está lleno, seguramente porque huyo del paisano que está al lado, que menuda castaña que traía el cabrón.

Vuelvo al suco, que me esnorté, es más, creo que todavía no lo había cogido y ya me salí.

El caso es que antes de «pirulear la fiesta» –que es la expresión científica que define la situación consuetudinaria (si no entiendes la palabra da igual, la puse porque queda bien y además llena bastante espacio porque es larga)–encontré a Sares por la mañana, que venía al botiquín a por la «pación» (ración de lo que pacen los jubilados) para toda la semana. Y me dijo con pena que ya no estabapara fiestas. Recordamos aquella vez que vino y marchó andando para Canseco a las siete de la mañana, le entraron ganas de evacuar a la altura de los Pontedos y allí se puso a la faena, con tan mala suerte que el aire pegaba fuerte «y me devolvía el mesio». Se dio la vuelta, acabó la faena, que fue bastante larga, tanto que se le olvidó que se había dado media vuelta y al acabar «envainó, cerró la cremallera» y siguió andando. A las ocho de la mañana estaba otra vez en la fiesta sin entender cómo podía ser posible. Se rió y encontró la explicación:«Es que entonces tenía querencia a fiestas, ahora ya solo tenemos querencia al Sintrom».

¡Hostia! Llegué. Gracias.
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