¿Qué puede pasar ahora con mi móvil Huawei?

Aunque hay mucha incertidumbre después del veto de Google a la firma china, es posible que a corto plazo los usuarios pierdan las actualizaciones de Android y la marca se resienta a largo plazo cuando lance sus próximos modelos

L.N.C.
20/05/2019
 Actualizado a 19/09/2019
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En su momento más dulce, Huawei ha recibido un jarro de agua fría. Se le han aguado, por el momento, todas sus aspiraciones en el mercado de la telefonía móvil. Justo ahora que mantenía la segunda plaza de las ventas a nivel global. Una marca de mucho peso que vive una gran incertidumbre por la decisión de Google de aceptar las medidas de Donald Trump y, por ende, dejar de prestarle servicio. Los próximos terminales de la firma no podrán usar el sistema operativo Android, el de mayor popularidad del mundo, ni sus servicios.

Este veto se produce en pleno desarrollo y despliegue de las futuras redes móviles de quinta generación . Pataleta o no de Trump, la decisión del gigante de internet Google de romper con uno de sus principales valedores puede abrir una importante brecha en una industria que mueve anualmente medio billón de dólares. Una crisis sin precedentes. Y eso que, todavía, se desconoce si le seguirán los pasos otras firmas chinas que, en los últimos tiempos, han «democratizado» el mercado rebajando considerablemente los precios de los dispositivos móviles.

Los posibles escenarios y las consecuencias son imperceptibles ahora mismo. Incalculables como las posibles pérdidas económicas que puede sufrir el fabricante de telefonía móvil. Con todo, Huawei Technologies Co Ltd perderá acceso inmediato a las actualizaciones de Android y las próximas versiones de sus móviles tampoco contarán con aplicaciones y servicios como Google Play Store o, incluso, Gmail. Pero, por ahora, queda por saber si el veto de Google se aplicará a todos los móviles actuales de Huawei o será también para los que se lancen en el futuro.

Puede no pasar nada (pero es poco probable)

Todavía es pronto para conocer el impacto de este anuncio histórico, pero es posible que se resuelva más o menos. Nada más conocerse la decisión del gobierno estadounidense, Google ha querido mandar un mensaje de tranquilidad entre sus usuarios. «Estamos cumpliendo con la norma y analizando las implicaciones. Para los usuarios de nuestros servicios, Google Play y las medidas de seguridad de Google Play Protect continuarán funcionando en los dispositivos Huawei existentes», aseguran en un comunicado fuentes de la compañía desarrolladora de Android.

Sin actualizaciones futuras (por tanto, sin móvil)

Aunque Google ha insistido en que Huawei sí contará con la tienda (Google Play) y, por tanto, con posibilidad de descargar aplicaciones, también se desconoce qué sucederá con las futuras actualizaciones y parches de seguridad. En caso de que esto suceda, sus móviles actuales peligran en manos de los consumidores porque, prácticamente, quedarán obsoletos. Dejarán de funcionar de forma correcta. Si es de los que se acaban de comprar uno el susto va a ser mayúsculo.

Pero al aplicarse estas medidas por parte de Google y el Gobierno de EE.UU. el futuro de Huawei pende de un hilo en este mercado. Y más teniendo en cuenta la siguiente controversia Intel, Qualcomm o Broadcom han informado a sus empleados, según el medio Bloomberg, que dejarán de facilitar componentes a Huawei hasta nuevo aviso. «Aquí hay una guerra que es más que comercial porque, de hecho, tiene que ver con el dominio de internet por un lado y, por otro, el dominio de los sistemas operativos y la supuesta guerra de espionaje. Es una guerra por los dos bloques que están intentando dominar internet», sostiene a ABC Borja Adsuara, jurista experto en derecho digital.

Es una jugada más dentro de una partida de ajedrez. En principio, lo que veo es que es una forma de retirar el apoyo. La siguiente jugada de China puede ser solo dos: desarrollar su propio sistema operativo, que es a lo mejor lo que quiere Estados Unidos. La otra jugada es ir a Linux; que China se convierta en el principal soporte del tercer sistema operativo que nunca ha sido competencia de Android o iOS. Sin embargo, en el momento que tenga el soporte chino volverá a ser sospechoso», apunta.

Huawei puede desarrollar su propio Android

A diferencia de Apple, que se encarga de desarrollar tanto el hardware como el software a la misma velocidad, con lo que está en condiciones de controlar su evolución, Android es un sistema operativo libre. Teóricamente, los fabricantes de teléfonos deciden incorporar este ecosistema que ha contribuído a una reducción de costes y a favorecer la libre competencia del mercado.

Pero apostar por este sistema se paga un precio; el creador del dispositivo no controla prácticamente nada sobre su actualización y desarrollo. En muchas ocasiones, sin embargo, son las propias marcas las que incorporan las llamadas capas de personalización basándose en el propio sistema Android. Poco más que añadir algunas funciones propias o diseños particulares.

Desarrollarlo desde cero es costoso, no solo en términos económicos, sino en una dimensión temporal: este sistema operativo se lanzó en 2008. Ha pasado mucho desde entonces. Aunque no se sabe con exactitud, en los dos últimos años ha trascendido que Huawei ha estado incluso probando su propio ecosistema. El vicepresidente de productos móviles de Huawei, confirmó en 2016 en un chat de la red Weibo que la compañía estaba preparando su propio sistema operativo, que podría llamarse Kirin OS. En caso de poder avanzarlo pronto se resolverían todos los problemas para los propietarios de un terminal de la marca.

China se une para crear su propio ecosistema

Es más, ha habido rumores incluso de que los principales fabricantes de telefonía móvil de China -Xiaomi, OnePlus, Huawei, ZTE- también se han aliado en crear una plataforma compartida. Esta medida también podría favorecer al consumidor final en caso de ser propietario de un dispositivo de la marca, pero no sería sin embargo fácil; el usuario, por regla general, suele tender a la comodidad.

Apenas le gusta cambiar de la noche a la mañana en lo que ya está desde hace años acostumbrado. Y, además, esto conllevaría el reto de volver a tejer algún tipo de alianzas con Google, en caso de que se pudiera, para que los usuarios pudieran instalarse servicios y aplicaciones del gigante estadounidense. Algo que está todavía por ver porque sería empezar de cero.

Retirada del mercado móvil

Aunque es la medida más drástica, Huawei decidiría pasar página y retirarse del lucrativo mercado de la telefonía móvil en donde en muy poco tiempo se ha colado entre los primeros espaldas a nivel global. Sin duda también pasaría factura a Google, que se quedaría sin uno de sus piezas claves, perdiendo la factura de millones de usuarios registrados en sus servicios.

«Más allá de los daños colaterales, la partida es mucho más determinante para el futuro y control de internet, que es el del control del mundo. Estamos hablando de las dos grandes potencias, Estados Unidos y China, en donde algunos aspectos china ha ganado, supone una jugadita dentro de una partida mucho más importante y en la que, desgraciadamente, la Unión Europa, puede estar solo entre dos fuegos», añade este experto.

«Esto [las consecuencias] no vamos a verlo inmediatamente. Google es tan listo que no va a perder negocio. Quiere perjudicar a Huawei pero sin perjudicar su negocio. Es posible que si se descubre un agujero en Android y lo parchean y no le dejan a Huawei. En el corto plazo no hay problema. No van a renuncia a la cuota de mercado ni a la posición de dominio geoestratégico».
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