¿Qué podemos hacer hoy?

Repita conmigo: «Hoy es un buen día para tener un gran día». No es casualidad que los consejos de Mr. Wonderful para lograr la felicidad se hayan hecho tan famosos en estos tiempos que corren, aunque fracasen en la práctica. ¿Cuántas veces le ha ocurrido algo parecido?

- ¿Qué podemos hacer hoy?

- Aquí poca cosa se puede hacer.

- ¿Vamos al cine?

- ¿Tú sabes lo que cuesta? Ladrones, son unos ladrones.

- Bueno, no sé. ¿Tomamos algo?

- ¿Dónde?

- Donde siempre.

Pero cuánto nos gusta quejarnos. Personalmente, lo admito: soy fan del inconformismo de sofá. Y qué a gusto se queda uno cuando suelta sus lamentos y arregla el mundo en dos minutos. Que la vagancia es el mal de los tiempos modernos ya lo defendió Lafargué en ‘El derecho a la pereza’ y aún faltaban años para descubrir el sedentarismo de móviles y tabletas.

Acierto y no me quemo si digo que conoce de primera mano los males de la vagancia. Por eso, le animo a mandarla al carajo y para este fin de semana le sugiero varias formas de hacerlo: el conciertazo de Lichis en La Vaca, una tertulia con José Luis Cuerda en el ‘Cinefranca’, ‘Little Gem’: la versión del Álvaro Lavín sobre el texto irlandés en el Bergidum o una visita guiada a través del objetivo de Mauricio Peña a las últimas tres décadas de fotoperiodismo en León que se expone en el Museo del Bierzo.

No hay excusa para no hacer planes. Solo hace falta una chispa para olvidar los lamentos cotidianos y ser felices. Porque, parafraseando a Flaubert, la vida es tan repugnante que el único medio para soportarla es evitarla; viviendo en el arte.