Qué nivelazo de política

A falta de un par de días para el 28 de mayo, no me queda más remedio que hablarles o de las elecciones municipales o de que ese mismo día cumplo años, 43 años para ser más exactos. Sin querer pecar de soberbio, les tengo que reconocer que yo me miro al espejo y me veo estupendo. Algo de barriguilla, la cabeza clareando por el pelo que perdí en la coronilla en mi etapa como munícipe, pero con mucha más experiencia y la satisfacción de poder decir cada vez más a menudo aquello de «te lo dije» mientras te descojonas sentado «viéndolas venir». No es que sea algo muy útil, sobre todo cuando no te hacen caso, pero… ¿y lo bien que te lo pasas?

Otro de los cambios más significativos que he experimentado desde que pasé la frontera de los 40 años, es que cada vez aguanto menos chorradas, estupideces y a la gente a la que le falta un hervor y que, con cada decisión, dejan de manifiesto su falta de madurez, su ego y hasta su psicopatía.

Al hilo de esto que les comento, les reconozco que esta campaña municipal, además de por su aburrimiento, la falta de iniciativas emocionantes y el poco interés en mostrar los programas electorales municipales, me ha sorprendido por la cantidad de ‘cagadas’ y estupideces por metro cuadrado que estamos padeciendo. Y es que, parece que estamos en la anti política, el ascenso de los mediocres, la nueva política y los nuevos políticos que, tras despreciar a políticos con el ‘culo pelado’, bajo el síndrome de adanismo, demuestran que realmente no tienen ni sentido común, y lo que es peor, ni puta idea.

Empezamos con el desnudo en plena Plaza Mayor del friqui de Pastrana y hemos terminado con una de las mayores ‘cagadas’ que he visto yo en unas elecciones. El envío por parte de Vox de 96000 cartas con una papeleta nula de su propia candidatura al ayuntamiento de León. Algo que sin duda les puede costar algún concejal.

El hecho no es aislado, la UPL ayer mismo emitió un comunicado diciendo que han mandado por error papeletas de algún ayuntamiento a otro y que por favor, la gente compruebe si la papeleta que han recibido realmente pertenece a sus municipios o a algún otro de la otra punta de León.

Por lo demás, el resto de la campaña se ha sucedido con debates descafeinados, promesas absurdas que insultan a la inteligencia, como la de la UPL de soterrar Papalaguinda para hacer canchas deportivas en superficie, otras promesas peregrinas que implican a otras administraciones y que no dejan de ser un brindis al sol; y la soberbia del socialista Diez, que, creyéndose ganador, parece que esto de la campaña no va con él.

Todo acompañado de compra de votos en distintos puntos de España por parte del Partido Socialista, ya sea de una forma burda dando 100€ a aquellos que les entreguen su voto por correo o de alguna otra forma más sofisticada como dejando el cine a 2 € a las personas mayores o dando 400 € a jóvenes para videojuegos y descuentos en el Interrail Europeo. Compra de votos, en cualquier caso.

Parece que nunca terminamos de tocar fondo.