¿Qué fue de Tito y Tita?

Estos hermanos de Fabero fueron uno de los fenómenos musicales de los 80, en España y en Méjico, con discos de canciones infantiles y rancheras. Llenaban estadios, vendieron millones de discos y se fueron... "Cada cosa tiene su tiempo"

Fulgencio Fernández
28/03/2021
 Actualizado a 28/03/2021
Eran solo dos niños, de una familia de diez hermanos de Fabero y se convirtieron en el fenómeno musical español de los años 80... y mejicano.
Eran solo dos niños, de una familia de diez hermanos de Fabero y se convirtieron en el fenómeno musical español de los años 80... y mejicano.
Suelen ser ‘los inolvidables’ gentes que ya no están. En este caso están felizmente entre nosotros pero ya no están —desde hace mucho— en el lugar donde se hicieron inolvidables, sobre los escenarios, en las listas de éxito de ventas de discos,siendo un verdadero fenómeno de fans. Son dos hermanos de Fabero, Tito y Tita, que muchas veces salen en las conversaciones con la pregunta de ¿qué fue de ellos?

Por ejemplo. A raíz del reportaje de los 40 años de la muerte de Roberto Rey aparecieron varios comentarios: ¿Y Tito y Tita? Y es que estos dos hermanos, de una familia de 10, fuero n mucho. En España, en Méjico, en Miami...

Tito lo explica con un ejemplo muy gráfico e ilustrativo: «Cuando dimos el salto a la tele, en 1980, que solo había una cadena, empezamos a vender discos como churros. Sólo te digo que el primero de las listas de ventas era The Police, con su legendaria ‘Mensaje en una botella’; la número 2 era Rocío Jurado, con ‘Señora’ y en el número 3 ya estábamos nosotros, Tito y Tita con ‘El primer amor’».

Nada que añadir. Tal vez que también fueron un fenómeno de masas en Méjico, con recordadas giras, pues también cantaban rancheras.- Mucha gente creía que erais mejicanos.- Cierto. Y en algunas biografías hemos leído que teníamos raíces allí pero nada que ver. Somos de Fabero, lo que ocurrió es que fuimos a ver a nuestro compositor, Alejandro Jaén, que estaba casado en León, y para que conociera nuestra voz le cantamos un ranchera y le gustó tanto que acabamos haciendo un disco.E insisten en que son de Fabero, de una familia de 10 hermanos, hijos de un trabajador de Unión Fenosa fallecido hace un par de años y, dice Tito, «una piña;que recibimos un duro golpe con la muerte en esta pandemia de uno de los hermanos, con solo 60 años».Pero nos hemos ido al final sin contar el principio, cómo irrumpieron en el mundo de la música aquellos dos niños de Fabero, espabilados, como es habitual en las familias numerosas, y buenos cantantes, como recuerda Tita: «En realidad el que empezó a cantar fue Tito, que con 8 años ya cantaba en la iglesia y en el colegio, en aquellos festivales que se hacían a final de curso, lo hacía muy bien, la verdad, por lo que se empezó a comentar por el pueblo».Y en el horizonte aparecen los dos primeros nombres importantes en su vida, dos grandes del periodismo y la radio locales, Manuel Pérez Álvarez, corresponsal de todo tipo de prensa en Fabero y el inolvidable Gelete. «Manolo era el corresponsal que tenía Radio Juventud de Ponferrada en nuestro pueblo y nos llevó a la emisora, a un programa que hacía Yolanda (Ordás). Debió gustar pues llamaba gente a la emisora para que volvieran a cantar ‘los niños’. Y, la verdad, nos llevó muchas veces. Se enteró Gelete, de Radio León, nos llamó y ocurrió lo mismo, llamaban los oyentes. También nos ayudó mucho». Fue el comienzo de una carrera que, de repente, se hizo casi de vértigo. Apareció Alejandro Jaén y «casi sin darnos cuenta ya estábamos grabando un disco, que subió como la espuma en las listas de ventas, como hemos dicho». Y después la tele. Y la canción de unos dibujos animados llamados a hacer época pero... «Había finalizado la serie Heidi, que fue un auténtico boom, y nos llamaron para cantar la que venía a sustituir a Heidi, se llamaba El osito Misha, del mismo estilo. Cuajó, hasta el punto que fue elegido como mascota de los Juegos Olímpicos y ahí se torció la cosa. «Fue al año del boicot a los Juegos Olímpicos de Moscú y todo lo vinculado a ellos, como Misha, por lo que los dibujos fueron retirados de las pantallas y no regresaron hasta unos años después». Aunque realmente sólo fue una anécdota pues la carrera de Tito y Tita siguió por los caminos del éxito, sin paliativos, tanto con sus canciones infantiles como con las rancheras, con títulos que forman parte de la banda sonora de aquella generación, como La de la mochila azul, por citar una de las más representativas. Pero los niños iban creciendo. En Méjico les cambiaron el nombre a Ellos pues ya no eran tan niños y viviendo aún momentos de éxito se fueron, regresaron a Fabero, tuvieron un bar que se llamaba Tito y Tita...

- Os arrepentís de no haber seguido.
- Para nada. Hay un tiempo para todo; nos fuimos en el momento justo, no me veo con 50 años cantando La de la mochila azul o El osito Misha. A veces veo a estrellas de los 80 por las teles y me da incluso pena; dice Tito.

Tita vive en Astorga, donde tuvo una tienda. Tito sigue vinculado a la música como representante de orquestas de verbena y vive la dura crisis que vive este sector. «Está la cosa muy mal, todo parado, los camiones encerrados, pagando a los músicos, con inversiones muy fuertes... y aquellas verbenas de antes no volverán, al menos en unos años».

Inolvidables... Tito y Tita. Ellos.


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