Que el boxeo sea territorio femenino

El León Boxing Club hace un curso para incentivar un deporte en auge entre las chicas / Silvia León: "Yo era una entre 100 chicos, ver ahora un gimnasio lleno de mujeres es algo brutal"

Jesús Coca Aguilera
06/08/2020
 Actualizado a 06/08/2020
Foto de familia de uno de los grupos con el instructor Rubén Álvarez y la 'maestra' Silvia León. | SAÚL ARÉN
Foto de familia de uno de los grupos con el instructor Rubén Álvarez y la 'maestra' Silvia León. | SAÚL ARÉN
Hasta hace muy poco, el número de mujeres que practicaban boxeo era algo residual, casi anecdótico. No hablamos de siglos, sino apenas de una década. Lo sabe bien la que probablemente sea la mejor boxeadora leonesa de la historia, Silvia León, que en aquellos2000 en los que fue profesional y disputó combates y competiciones por toda Europa era un ‘rara avis’ cuando acudía a ejercitarse al gimnasio.

Sin embargo, eso ha cambiado y apunta a seguir haciéndolo más en los próximos años. Cada vez son más féminas las que se acercan a probarlo, las que continúan practicándolo y acaban convirtiendo en una costumbre el subirse al cuadrilátero o simplemente practicar sin contacto con una compañera.

Por eso, para incentivarlo y buscar que el boxeo sea cada vez más territorio femenino, el León Boxing Club ha puesto en marcha un curso destinado a mujeres que durará dos semanas y ha reunido a cerca de una veintena que se dividen en pequeños grupos de cuatro o cinco para cumplir con las medidas sanitarias debido a la crisis del Covid-19.

Silvia: «Sientes morriña, añoranza y piensas en qué suerte tienen de poder coger esto así con 20 añitos» Con el boxeador y profesor Rubén Álvarez como instructor, pero con la colaboración del ‘maestro’ más tradicional de León como es Alfredo Arrojo y esa ilustre Silvia León que fue pionera y ahora traslada sus experiencias a las jóvenes que empiezan, organizan sesiones cada día para mejorar su habilidad, pues hay quienes son habituales en el gimnasio, o para hacer la primera toma de contacto de su vida con el boxeo aprovechando las vacaciones.

«Yo era una entre 100 chicos y ver ahora un gimnasio lleno de chicas haciendo boxeo es brutal, mola mucho y es súper chulo», reconoce Silvia León, que ve la situación «totalmente diferente a cuando empecé, he cambiado un 3.000 por 1.000 millones», aunque al verlo explica que «envidia no siento, que no la hay buena es mala siempre, pero sí morriña, añoranza y el pensar ‘qué suerte tenéis de coger esto así con 20 añitos’, ojalá pudiera quitármelos yo al menos una semanilla».

Y es que Silvia recuerda cómo «yo empecé cuando dejé el balonmano, entré al gimnasio y me encontré al maestro, a Alfredo Arrojo», siendo difícil los inicios aunque teniendo siempre claro que ella quería que la dejaran competir: «Yo le decía que sí, que quiero, y él que no, olvídate. Pero con perseverancia, trabajado y haciendo deporte, que al final es en lo que consiste, salimos adelante y conseguimos hacerlo».

Un camino que le dejó «también sudor y lágrimas, pero sobre todo satisfacción y recuerdos inolvidables», y del que guarda múltiples anécdotas, como «mi primer combate, que fue de profesional, me tocó una húngara de la que sin Internet ni nada no sabía nada, y yo toda feliz y confiada y resultó que había sido cuatro veces campeona del mundo de kick boxing y tenido más de 100 peleas. Fue el único KO que me hicieron en toda mi carrera».

Silvia llegó del balonmano, luchó por competir cuando parecía imposible y acabó en la selección española Hizo torneos en Italia, Dinamarca, Polonia, Hungría o Alemania, llegó a irse a entrenar a la Blume con el equipo nacional y, una vez que se retiró su vida le llevó lejos de León, a Barcelona o ahora Lanzarote, donde «el surf» ha pasado a ser un pasión que siempre englobó muchos otros deportes.

Sin embargo siempre volviendo cada poco a su casa, donde quiso ayudar en este curso en el que «con que alguna de las chicas recuerde algo de los que les intento transmitir lo daré por bueno», reconociendo que además de contarles su experiencia «pedí permiso para meterme en el gimnasio en el entrenamiento y dar algún consejo, sobre todo de temas técnicos».

Y es que, dada la situación Rubén Álvarez explica que «hacemos todos los ejercicios sin contacto, no hay nada con el compañero», a lo que se unen medidas como el hecho de que «cada una usa siempre el mismo saco, se desinfecta al igual que los guantes antes de empezar la práctica»; e incluso alguna novedosa como la de «colocar un guante con un palo para asegurarnos el mantener la distancia».

Rubén: «Los ejercicios son sin contacto. Hasta ponemos guantes con un palo para mantener la distancia» ¿Las razones para que cada vez haya más mujeres que lo practiquen y este curso haya tenido seguimiento? Las ve Rubén en «varios aspectos que hacen que esté en auge, por un lado que cada vez más mujeres quieren tener un poco más de conocimiento y sentirse más seguras, y por el otro que se ha quitado el tópico de deporte violento y agresivo, vienen ves que es mucho de técnica y coordinación, y se dan cuenta de que esto es otra cosa».

Una tendencia al alza que, este verano, buscan que siga creciendo en León.
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